Nezuko finalmente estaba dormida después una larga batalla, ella adentrada en su forma demoníaca más pura.
Tanjiro no era un muy buen cantante, incluso Inosuke y Zenitsu insistían y reiteraban eso, pero su tarareo parecía al menos calmarla. Ahora acostada en el futón, acurrucada y finalmente en paz.
Tanjiro suspiró con alivio. Cuidar de su hermana era una cosa, pero cuidar de un demonio era otra. Era difícil, en especial por el hecho de que ya no podía alimentarla.
Al menos, cuando vivían en las montañas, Tanjiro adoraba cuando su madre hacía ensalada de vegetales. No precisamente por el platillo, sino por la forma en que el rostro de sus hermanas, Nezuko y Hanako, se iluminaba con una nueva luz de alegría.
Sonrió conmovido ante el recuerdo, pasando su mano por el cabello de su hermana antes de ser exaltado por un ruido desde el otro lado de puerta.
—¿Quién está ahí? —Susurró. Aún en un lugar seguro, la adrenalina que corría dentro de su cuerpo lo puso a la defensiva, pero no quería despertar a Nezuko.
Pero cuando la puerta fue abierta, Genya sobre sus rodillas, con sangre cayendo por su rostro. Sus ojos vacilantes al tratar de enfocar imagen mientras mordía su labio con sus colmillos de demonio. Sin aliento murmura algo que Tanjiro no logró descifrar.
—¡Genya! ¡Despacio, vamos a tu cuarto! —Habló mientras apoyaba a Genya para levantarse, poniendo su brazo alrededor de sus hombros. El chico era pesado, un camino difícil sobre todo porque la fuerza de Tanjiro oscilaba, pero estaba determinado a ayudar. Genya había estado peleando con genes demoníacos, su cuerpo debía estar exhausto.
Tanjiro lo animaba con palabras, hablando durante su corto viaje de lo genial que se veía en batalla y de cuánta ayuda fue.
—¡No estaba seguro de que pudiera hacer algo sin tu ayuda, Genya! ¡Estuviste increíble! —Relució su personalidad meliflua mientras entraban al cuarto.
La expresión de Genya era indescifrable; no sabía si estaba agradecido o enojado, pero lo sentó en su respectivo futón y se aseguró de que estuviera cómodo.
—¿Necesitas algo más?
Genya frunció el entrecejo, se veía... ¿confundido? ¿frustrado? Tanjiro no sabía cómo describirlo.
—Tan-jiro... —Logró vocalizar dificultosamente.
—... ¿Sí?
—Que... Quédate
Tanjiro fue tomado desprevenido. ¿Genya quería que se quedara? Pero si él era persistente en que era mucho mejor que Tanjiro, tan determinado en dejar claro que no le agradaba. Le recordaba un tanto a Inosuke, pero a diferencia del cabeza de jabalí, reconocimiento de sus logros no hacia que el exterior duro de Genya se suavizara.
Pero Tanjiro lo consideraba su amigo, especialmente después de la batalla que libraron juntos; por lo que se quedó.
—No te preocupes, aquí estoy. Tranquilo.
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"You bring me home" By: johneggsalad
Fiksi PenggemarUna medicina para el interior. Cuando la mente quiere descansar, pero el cuerpo de Genya no le permite retraer su forma demoníaca después de tanto tiempo. ¿Qué verdaderamente cura? Puede estar corrompido. Sus ojos no ven la realidad, sus propias m...