REINICIO

cap 1. - Amnesia

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Abrí lentamente los ojos,lo único que lograba ver era un techo blanco, sábanas blancas paredes blancas, cortinas, muebles, todo blanco.

La única pizca de color se hallaba en el marco de la ventana donde una mujer se encontraba; concentrada en el paisaje más allá del vidrio; su pelo rojo, largo, caía por su espalda; una mirada triste enmarcaba su rostro. Hermosa pienso, pero no tanto como.... un fuerte dolor en la parte superior de mi cabeza me obliga a levantarme alarmado. Que...? Un mareo se hace presente, todo a mi alrededor parece bailar, llevó mis manos hasta mi cabeza esperando calmar un poco el dolor y el mareo.

El ruido que provoque al levantarme llamo la atención de aquella joven.
Se gira,me observa perpleja, asombrada,supongo que no esperaba verme despierto. Le sonrío sin saber porque, aún sorprendida se acerca a donde estoy, su mirada ha cambiado de pronto, luce fría, logra hacer que un escalofrío me recorra,sus ojos parecieran congelar mi cuerpo. Culpa. Miedo. Confusión. Diferentes emociones que se aglomeran en mi.
Se detiene a escasos centímetros de donde me encuentro, parece que quisiera golpearme, pero se controla lo suficiente.

-Despertaste-sonríe con resignación volviendo su cara a la ventana, se acerca nuevamente a ella, parece no querer verme- ¿Qué piensas hacer ahora? Los maestros están furiosos contigo,mas ahora con tus padres muertos, eres el único que puede tomar el control, eso no les agrada, dejar el reinado en manos de un niño malcriado- me mira de nuevo pero no entiendo lo que dice o de que habla, a que se refiere con maestros? Mis padres... Mi cabeza punza de nuevo - y bien? ...no tienes algo que decirme-la miro sin comprender, a decir verdad no he entendido nada de lo que ha dicho, parece que mi silencio la hizo enojar, supongo que espera alguna clase de respuesta pero no se que decir. - ¡ELLIOT! Te estoy hablando, mas te vale quitar esa cara de idiota, me escuchas.

-Ehhmm... Yo..yo-tenía la mente en blanco, no sabía quién era ella, ni siquiera sabía quién era yo.. Empezaba a frustrarme.

- Yo..yo yo... Tu que?! ya es tarde para arrepentirte que piensas decir ante el consejo, o a los maestros y da gracias a los dioses que no se han enterado de tu dichosa desicion.

- yo en verdad.. No.. -

- Elliot - pronunció mi... Nombre? lento,como cuando se le habla a un niño que no entiende -no estoy pidiendo una disculpa aunque me la debes y una muy grande, pero lo que hiciste solo lo veo como un capricho - la molestia que presentaba hacia que me sintiera mal, sea de lo que sea que esté hablando debí hacer algo horrible para que este así. - Estaba feliz sabes, entre todas fui yo, me escogiste.. Pensé que era muy afortunada.. Que mi vida iba a cambiar...

- La verdad es que... -La interrupi, no podía dejar que continuará sin saber que no tenía idea de lo que decía -No entiendo lo que dices.. - No sabía como decirle pero creo que aquellas palabras no fueron las correctas, le vi alzar su mano y luego solo pude sentir un ardor que recorría mi mejilla derecha.

-No te hagas el estúpido, no me quieras ver la cara-no sé si está enojada o quiere llorar- esta vez no te voy a perdonar- algunas lágrimas comenzaban a caer, al parecer no debí de verlas porque se volteo para ocultarlas,aún así vi que se las limpia discretamente, cuando se gira de nuevo hacia mi tiene nuevamente esa mirada glacial- Escúchame pedazo de idiota- me señala - desde donde yo lo veo, solo te quedan dos opciones, la disolución o la boda y en verdad veo muy difícil que quiera casarme contigo, después de esto....lo único que quiero es matarte - sé que se está conteniendo para no golpearme de nuevo- aunque mis padres no me permitiran cancelar la boda...- Esto último se escuchó débil - al final la desicion es tuya, aunque la disolución no está en tus planes supongo.

-Espera...-sigo confundido- ¿Casarnos?Pero...yo no, no sé que quien eres y que es eso de la disolución, en verdad lo siento pero no entiendo de lo que hablas, no comprendo - ya no podía seguir el ritmo de la conversación era frustrante, y termine soltando todo de golpe, trate de que viera que no mentía, que creyera en que no sabía nada. Pero antes siquiera de que pudiese contestarme la puerta se abre, dos pequeños entran y se quedan parados en el marco de la puerta, una niña y un niño ambos de una edad similar no más de siete, me obserban sorprendidos solo unos pocos segundos antes de correr, me abrazan o mejor dicho me estrangulan , trato de separarlos un poco.