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El bar estaba envuelto en una atmósfera vibrante y emocionante. Las luces tenues y coloridas parpadeaban al ritmo de la música que inundaba el lugar. El aire estaba cargado de conversaciones animadas, risas contagiosas y el murmullo constante de los animales disfrutando de su noche.

El sonido de las copas chocando, de las botellas siendo destapadas y del hielo crujiendo en las cocteleras creaba una sinfonía llena de energía. Los bartenders, hábiles y veloces, movían sus brazos con destreza, creando magia líquida en cada trago que preparaban. El aroma a bebidas mezcladas y refinadas infusiones llenaba el ambiente con una tentadora promesa de deleite para el paladar.

Todos estaban sumergidos en sus propias conversaciones o pensamientos, disfrutando de la compañía de amigos o pareja. El ambiente era de camaradería y diversión, con una pizca de melancolía que flotaba en el aire.

El cobalto no podía evitar sentir una profunda felicidad al estar rodeado de sus amigos más cercanos una vez más. Era como si el tiempo se hubiera detenido y estuvieran reviviendo los días de su juventud.

— ¡Aquí viene otra ronda! — Bramó el echidna con felicidad, colocando las cervezas sobre la mesa. Los demás soltaron gritos de emoción y algunas risas.

— Ya ansiaba esto. — Soltó Rouge tomando el vaso de vidrio y llevándolo directamente a sus labios, bebiendo lentamente el contenido.

— ¡Oh! ¡Cierto! — Silver se levantó de pronto ante la mirada de los presentes. Tomó su vaso y lo levantó en el aire. — ¡Hay que hacer un brindis!

— Tienes razón. — la castaña apoyó con una sonrisa.

— ¿Un brindis? — Sonic los miró con una sonrisa ladeada y un tanto confundido.

— Ya lo verás. — Murmuró Tails a su lado, sin quitarle la vista al plateado. Este mismo, carraspeo su garganta y se preparó.

— Bien amigos, levanto mi vaso para celebrar este momento especial. Ha pasado mucho tiempo desde que Sonic y nosotros compartimos momentos como este juntos. — Sonrió. — Creo que hablo por todos al decir que estamos felices de tenerlo de vuelta. Esperamos que con el tiempo el viejo Sonic permanezca con nosotros y siga siendo tan arrogante y divertido como lo era antes. — El azulado sólo sonrió de forma divertida. — ¡Salud!

— ¡Salud! — Dijeron todos al unísono, para después tomar de sus bebidas.

— Gracias, Silver.

— No hay de que, amigo. — Le sonrió, tomando de su cerveza.

— Sonic, ¿No piensas beber? — Cream lo miró extrañada, al notar como su vaso permanecía con la misma cantidad. Todos lo miraron de inmediato.

— Ah, cierto. — Sonrió nervioso. — Lo siento, tengo mucho tiempo sin beber. — Contó.

— Si eso lo explica. — El azabache habló en un tono burlón.

— No se como aguantaste tanto tiempo sin probar una gota de alcohol, realmente estoy sorprendido. Ni yo hubiera sido capaz de aguantar una semana completa. — Comentó knuckles.

— No lo dudo. - Soltó blaze con su típica expresión tranquila.

El erizo soltó una pequeña risita, para después darle el primer sorbo a su cerveza. Rápidamente notó el efervescente cosquilleo en su garganta. El amargo sabor de la cerveza se expandió en su paladar, despertando una sensación que había olvidado.

El líquido fresco y dorado acarició su lengua, dejando un rastro de notas maltosas y un toque suave de lúpulo. Con cada trago le permitía sumergirse más en la experiencia, recordando momentos pasados en los que el alcohol había sido parte de su vida social.

𝑇𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 - 𝑠𝑜𝑛𝑎𝑚𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora