CAPÍTULO TRES

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NuNew pulsó el botón de apagar en la caminadora.
―¿Has hablado con ellos?

Zee había estado en el teléfono con Boun. Él asintió con la cabeza.
―Sí. Estarán de vuelta en una hora. Así que, cuando estés listo, podemos ir.

NuNew se limpió la cara y bajo de la caminadora.
―Voy a tomar una ducha. Ya sabes, va a ser dos veces más rápido, si me ayudas.

Zee se rió.
―Va a ser el doble de tiempo. Yo sé cuáles son tus intenciones.

NuNew sonrió cuando pasó a su lado. Él tiró la toalla en el culo de Zee, golpeándolo con un porrazo inteligente.

NuNew corrió y Zee lo persiguió, esto terminó con los dos riendo a través del trabajo de manos y jabón en la ducha, lo que llevó a un juego en la cama, que por supuesto acabó con ellos llegando tarde para encontrar a Boun y Prem.

Ellos todavía estaban todo manos y sonrisas cuando saltaron a la pequeña sala de estar en la casa de Tokio. Era una de las casas de Zee, él tenía tres: una casa en Japón , un apartamento en Londres , y el apartamento en Nueva York, que ahora NuNew lo llamaba casa, aunque NuNew siempre supuso que la casa japonesa era más de Boun que de Zee.

NuNew había estado en la casa de Tokio una vez antes, cuando Zee saltó a todos aquí, para que Boun pudiera curarse en paz.

Él sufrió la exposición a la luz solar en su batalla contra la reina Keket en Egipto y provocó que casi muriera. Fue la sangre de NuNew lo que lo salvó, una rica fuente de sustento únicamente en el momento adecuado, o eso es lo que NuNew creyó.

Eran casi ocho semanas, desde que Boun y Prem llegaron a Japón y a pesar de que Zee no dijo nada, NuNew sabía que echaba de menos a sus amigos.

Cuando NuNew le preguntó, Zee le dijo que en sus años de vida nunca habían pasado ocho semanas separados, lo que para el es un largo tiempo. El supuso que la versión de un vampiro de "un largo tiempo" fueron unos pocos cientos de años, por lo que podría explicar el entusiasmo de Zee en verlos.

Cuando Zee y NuNew finalmente se alejaron uno del otro, ellos encontraron a Prem y Boun de pie junto a la pared de papel de arroz, sonriéndoles.

―Mírate. ―Prem dijo, mirando a Zee. ―Nunca te he visto sonreír así.

Zee se dirigió a su amigo más antiguo y tiró de el en un abrazo rápido.
―Prem, querido, ¿cómo estás?

―Está bien, está bien. ―Dijo con una sonrisa cálida.

NuNew se apresuró a abrazar a Boun.
―Boun, mi hombre, ¿cómo estás?

El vampiro japonés más pequeño rió.
―Mejor. Mucho mejor. ―dijo.

Cuando NuNew lo dejó ir, se dio cuenta de que había sentido la falta de la cara sonriente de Boun.

―Bueno, te ves muy bien.

―Y mira a los dos. ―dijo Boun. ―Supongo que las últimas semanas han sido bien gastadas.

Zee se sonrojó y NuNew rió.
―Algo por el estilo.

―Bueno, eso me calienta el corazón al verlos. ―dijo Prem. El inclinó su cabeza. ―A pesar de que estuvimos preocupados cuando vimos que tardaste en llegar.

―Oh, bueno. ―Zee dijo, luchando contra una sonrisa. ―Eso fue culpa de NuNew.

NuNew rió.
―¿En serio? Porque te recuerdo...

Prem levantó la mano para detener a NuNew en la mitad de la frase. ―Uh. No hay necesidad de más detalles.

―Vengan, siéntense. ―Boun dijo, agitando la mano en los sofás. ―Zee, ¿tú dijiste que hablaron con Jorge? ¿Qué hay en la tierra?

La llave de Zee #2 (ZeeNuNew) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora