Capítulo 4

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Sin darnos cuenta Alex y yo nos quedamos dormidos, él en el suelo y yo sobre mi cama, antes de que se durmiera, él tomó unas cuantas sábanas y almohadas mías para poder estar cómodo en el suelo.

Tomo mi celular y sorpresa tengo varios mensajes pero uno de ellos hace que me emociona, es de Richard un viejo amigo que hice hace varios veranos. Siempre que inician las vacaciones de verano paso mis días en casa de mis tios, ellos viven en una bella casa que está cerca de un lago.
Conocí ahí a Richard, su madre es mejor amiga de mi tía, un día nos presentaron y de inmediato nos llevamos bien.

Richard; hola bonita.

Así suele llamarme.

Yo; Hola :).

No tardó en contestar mi mensaje.

Richard: ¿Adivina quién es un chico afortunado?.

Yo: Alex y tú por tenerme de amiga.

Él ya sabía de que Alex es mi mejor amigo, me dijo que le encantaba que tuviera buenos amigos, y nunca me ha demostrado celos por mi amistad con Alex, aveces hasta me ha dado consejos cuando me peleaba con él.

Richard: No, bonita, me refiero a mí, porque pasamos a las finales.

Olvide mencionarlo, pero es un año mayor que yo, y está en el equipo de fútbol de su escuela, a eso se refería con pasar a las finales.

Yo; Me da gusto por ti, si ganan prometo darte un regalo.

Richard; ¿Se me permite elegirlo?.

Yo; Tal vez...

Unos golpes en mi puerta interrumpieron mientras veía el escribiendo de Richard, sus mensajes me alegran mucho.

-Adelante.

-Hola cari...

Era mi madre, sus ojos pasaron de mi hasta posarse en otro punto, estaba viendo a Alex, quien seguía dormido, ¡Por Dios! lo había olvidó

-No sabía que Alex estaba aquí.

-Solo dormíamos,- me apresure a explicarle,- pero el abajo y yo aquí.- señale con mis manos la cama.

-Si, entiendo, la cena ya está lista, despierta a Alex y bajen.

Asentí y sin más ella se fue.

Me acerque a Alex y empecé a moverlo.

-Ya, despierta, la cena está lista.

Seguí moviéndolo, pero el no despertaba.

-Despierta, tenemos que bajar, anda despierta.

Cuando estaba a punto de darme por vencida él tomó mi brazo y me tumbó a su lado, mi cabeza está sobre su pecho, y sus brazos estaban sobre mi cadera, me abrazaba, se sentía cálido y agradable, no me molestaba, pero si mi madre entraba ¿Qué explicación le podría dar?.

-Alex, despierta.

Le toque la mejilla, su piel estaba tan suave, no había rastros de algún grano o imperfección, podía ver con precisión sus largas pestañas.

Entonces él abrió los ojos.

-¿Tanto me quieres como para que terminemos así?.

-Para empezar tú iniciaste esto, yo solo intentaba levantarte,-le informe aún con sus brazos alrededor de mí, pues aún no me soltaba.

-Si tú lo dices.

-¿No crees que ya es hora de soltarme?.

Entonces se dio cuenta, pero seguía sin soltarme.

NO TE ENAMORES DE TU MEJOR AMIGO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora