Ruptura y nuevos tropiezos (parte 2)

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—Septiembre—

Mi rutina los siguientes días, era la misma de siempre, pero sin él. Al principio sentía un dolor punzante en el pecho, todo me dolía y estaba súper sensible. Cada que salía del stream era lo mismo: una sala vacía y el silencio de mi departamento. Estaba muy cómoda estando sola, pero me gustaba mucho más estar con él; era una chinga tener este sentimiento de vacío. Al ser mi propia hater, a veces me culpaba por muchas cosas: debí darle más atención, tratarlo más bonito tal vez, regresarle muchas de las atenciones que tenía conmigo, no lo sé, sólo me sentía muy culpable.

En la semana, empecé a tener una sensación muy distinta, como si mi corazón no sintiera nada y me asusté un poco ¿acaso ya no lo quería? Por supuesto que sí, lo amo mucho, pero ahora hacía mi vida normal. Era como si nada hubiera pasado, lo que me asustaba un poco ¿era un monstruo frío y sin sentimientos? ¿por eso se habrá ido de mi lado? Creo que era una forma de negar que habíamos terminado, porque todavía no eliminaba nada de mis redes, ni de mis chats y mi galería era mi película favorita por las noches. Los recuerdos y los viajes, nuestra vida juntos, pero ni una lágrima, era super raro.

Hoy conducía a MEI MEI, iban a entrevistar a un nuevo empleado que cubriría a José y quise ir a supervisar todo el pedo antes de irme a Los Ángeles la próxima semana, así que me hice un pequeño espacio. Llegué y estacioné, venía a las carreras como siempre, lo bueno es que nadie sabía de mi visita o iba a quedar como doña impuntual para el nuevo. Corrí a la entrada y al abrir la puerta sentí que toda mi fachada de calma se me caía encima, a unos metros de mí, saliendo de la cocina, estaba José, distraído con el que parecía el nuevo. Tomé aire y me agarré de valor para caminar hacia allá.

—¡Buenas, buenas! —José se puso tenso, parecía estar a punto de salir corriendo y sentí cosquillas en mi estógamo.

—Hola, buenas tardes —el nuevo se acercó a darme un apretón de manos, parecía una persona formal, le sonreí y le regresé el saludo.

—¿Qué tal? ¿Ya terminó tu entrevista? —dirigí mi mirada hacía José, parecía ocultarse tras el pobre chico.

—Sí, Félix me estaba poniendo al corriente con todo el movimiento que hay —regresó a buscarlo y este se puso todavía más incómodo, lo que me produjo un placer morboso. Le sonreí y le tendí la mano fingiendo profesionalismo, no toda la gente lo ubica como mi pareja, mi ex pareja... así que el nuevo no sabía lo que José y yo éramos hace dos semanas.

—Sam... hola... —su mano dudó unos segundos y en cuanto tomó la mía sentí muchas cosas al mismo tiempo, era como si el tiempo se hubiera detenido entre nosotros. Ambos nos miramos fijamente y la tensión podía cortarse con unas tijeras.

—Y... ¿cómo ves a tu reemplazo? —no me iba a dejar ganar, las chichonas no lloran y no pensaba darle el gusto de verme triste.

Estuvimos en una incómoda conversación, el nuevo parecía haber aprobado las pruebas y se presentaría este lunes a trabajar, lo que era un peso menos para mí, estuve a nada de cancelar mi viaje a la NEXT si no se resolvía esto. Por suerte, José había estado apoyando en el restaurante, lo que no me sorprendió mucho, él era muy dedicado, tan bueno... no me quedaba duda que lo iban a contratar de base allá en Canadá. Suspiré profundamente mientras lo miraba de reojo. Aproveché el tiempo y revisé cómo iba todo, los insumos estaban bien inventariados y los proveedores trabajaban sin mermas, lo que era estupendo.

—Muchas gracias por echarme la mano, me dijo Emma que estuviste viniendo estas dos semanas —caminábamos al estacionamiento, noté su coche cercano al mío y me saqué de pedo, con todas las prisas ni me fijé que ahí estaba, pude haberme evitado este sufrimiento si hubiera llegado sin prisas.

Astromelia  | Rivers x ElMarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora