Cap XCI: ¡Prender las luces y prender un fósforo!

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19 de agosto de 2022


-Cacha Freddy, ahí va la profe Sara – dice Fausto en el tercer recreo.

-Anda a saludarla y no perdai' más el tiempo con nosotros – dice Hugo.

-Vale, ya voy – dice Freddy caminando hasta la profesora Sara que se dirige a la sala de tercero medio A – hola profe, ¿có... cómo le va? – pregunta titubeando un poco, está nervioso.

-Todo bien señor Freddy, ¿usted?

-Todo bien por acá.

-Guay. Oiga, ya que está aquí necesito que me haga un favor, ¿a la tarde podría asear la biblioteca por favor? Bien sabe que cada viernes alguien debe hacerlo y ahora le toca a vuestro curso, sin el ánimo de abusar de su buena voluntad. Estoy segura que nadie querrá hacerlo y quiero evitar la dedocracia, no quiero sentirme tan tirana – dice Sara.

-Eehh... sí, claro. La verdad es que no tengo nada que hacer a la tarde, feliz lo hago.

-De puta madre, sabía que no me decepcionaría, tiene cinco décimas para la siguiente evaluación, pero oiga... es un secreto entre nosotros – dice Sara en voz baja entregándole las llaves de la biblioteca a Freddy. La verdad es que a Freddy le da bastante pereza hacerse cargo del aseo de la biblioteca un viernes por la tarde, más aun considerando que los viernes cierran con educación física. Mas le era imposible negarle una petición a su profesora favorita, además, el favor lo valdrá, tendrá cinco décimas adicionales y le pareció un tanto excitante que la profesora Sara le haya dicho que es un secreto entre los dos. El timbre que marca el fin del recreo suena y Freddy se acerca a Tania.

-Tania, no voy a poder irme contigo hoy.

-¿Por qué?

-La profe Sara me encargó asear la biblioteca.

-Te espero, no tengo atado.

-No, enserio no quiero que te dí' la lata de esperarme, está todo bien, enserio.

-Te espero en mi casa entonces, pa' que hagamos algo o veamos alguna peli. Solo si querí' nomás, si preferí' ver animé en tu casa tú dale, no quiero estar privándote de tu tiempo libre ni que te sintai' forzado a pasar tiempo conmigo – dice Tania.

-Tranqui, me gusta estar contigo y eso lo sabí' – dice Freddy sonriendo. Las cosas entre ambos marchan bien a pesar de que su primera vez haciendo el amor no resultó como ellos hubieran deseado.


Todos entran a la sala, la profesora Sara se pone en medio para saludar.

-¡Buenas tardes jóvenes! – dice Sara.

-Buenas tardes – responden al unísono, no en el volumen que Sara hubiera deseado.

-¿Aún estáis dormidos? ¡He dicho buenas tardes!

-¡Buenas tardes profesora! – responden al unísono más fuerte.

-Vale, muy bien. Ahí os voy creyendo. Bueno, la dirección ha hablado conmigo para que os oriente con algo muy importante... la seguridad en vuestros hogares. No sé si habéis visto en las noticias una explosión que hubo en una casa por una fuga de gas – dice Sara.

-Yo sí la vi, fue en Quinta Normal – dice Marcela.

-Perfecto. Bueno, os quiero preguntar una cosa... y quiero que me respondáis con la mayor seriedad posible... ¿qué debéis hacer cuando sintáis olor a gas en vuestros hogares? – pregunta Sara. Hugo levanta la mano – ¿Hugo...?

-¡Prender las luces y prender un fósforo! – dice Hugo. Fausto comienza a reír.

-¡No! – dice Sara molesta.

-¡Qué ahueonao! ¡Se equivocó, lo hizo mal...! ¡Peeenca! – dice Patty con gracia dando un choque de palmas y nudillos a Fausto.

-Hugo, dije clarito que me respondierais con la mayor seriedad posible, la seguridad de vuestros hogares no es un tema para hacerse el chistosito, le voy a pedir que se dirija a inspectoría, me espere allí y le cuente a la inspectora Marité lo sucedido – dice Sara. Hugo se para y sale de la sala. Fausto sigue riéndose sigilosamente – Fausto, usted también váyase a inspectoría.

-¿Yo? ¿Por qué?

-Porque no voy a estar aguantando que usted se esté riendo como un payaso en mi clase. ¿Qué espera...? Márchese – dice Sara. Fausto bastante molesto obedece a la petición de la profesora Sara y sale de la sala – señorita Patty, usted también.

-¿Me está hueviando? Si yo no hice nada – pregunta Patty sorprendida.

-¿Ese es el vocabulario que le enseñan en su humilde hogar? Porque toda esta sala escuchó perfectamente lo que usted le dijo a Hugo luego de su ridícula respuesta.

-Con todo respeto, creo que eso a usted no le importa.

-Me importa mucho, ¿y sabe por qué? Porque conozco a sus padres, sus padres son dos personas muy honradas y trabajadoras. Me parece que su comportamiento y su vocabulario les responde muy mal. ¿Qué espera...? Vaya a hacerle compañía a su novio – dice Sara. El resto del curso no evita esbozar una sonrisa y algunos inevitablemente se ríen sigilosamente ante las palabras de la profesora Sara. Patty se para y bastante molesta se acerca a la puerta de la sala y la abre – ojalá reflexione y mejore su comportamiento.

-¿Y qué chucha te importa a vo'? Vieja amargada – dice Patty en voz muy baja, pero no la suficiente como para que la profesora Sara no la escuchara.

-¡Geraldine Patricia! Vuelva aquí... – dice Sara antes que Patty alcanzara a cerrar la puerta.

-Profe, no la entiendo, ¿no que me había enviado a inspectoría? Decídase qué va a hacer conmigo.

-¡Usted a mí no me da órdenes! Escuché perfectamente lo que me dijo, se acaba de ganar una anotación negativa. Tráigame su agenda por favor – dice Sara. Patty inmediatamente se arrepiente de lo que dijo, su enojo la hizo hablar sin pensarlo, la profesora Sara la oyó y ahora está en serios problemas.

-Profe, si me va a citar al apoderado le aviso que mis papás trabajan de lunes a viernes – dice Patty intentando zafar mientras saca la agenda de su mochila.

-¿Y el sábado? – pregunta Sara.

-No, el sábado no – dice Patty nerviosa, parece que no tendrá escapatoria. Se acerca a Sara y le entrega su agenda.

-Perfecto, el sábado al mediodía imparto un taller de voleibol. A eso de las una y media o dos de la tarde de mañana podré recibir ya sea a su padre o a su madre, si quieren venir los dos... mucho mejor.

-Profe, quiero pedirle disculpas por lo que dije, hablé sin pensarlo, no quise ser irrespetuosa con usted, le prometo que no volverá a pasar – dice Patty sintiendo una mínima esperanza de salvarse.

-Aprecio sus disculpas Patty, pero eso no la hará salvarse ni de la anotación negativa ni de la citación a alguno de sus padres mañana. Ahora váyase a inspectoría por favor.


***


Capítulo dedicado a Christopher Santana, compañero de curso que tuve en sexto básico A de la Escuela Básica D°261 Pacto Andino, año 2008. Él hizo la misma broma que Hugo ante una pregunta parecida que nos hizo nuestra profesora Claudina Villagrán. Le mando un saludo si algún día lee esta dedicatoria.

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