La sala del templo quedó envuelta en un silencio tenso. Horura Khepren se arrodilló junto a Ishia, buscando recuperar sus fuerzas místicas. La figura de Seth, desvaneciéndose en las sombras con Ma'at en sus garras, dejó una sensación de derrota y desesperación.
"Horus Jepri, tu luz se apaga en la presencia de la oscuridad eterna", susurró la risa burlona de Seth, resonando en la mente de Horura.
Ishia recobró la consciencia, mirando a su alrededor con desconcierto. "¿Dónde está Ma'at? ¿Qué ha sucedido?"
Horura se levantó con determinación. "Seth se la llevó. El camino hacia Tebas será más oscuro de lo que imaginábamos. Pero no permitiré que la oscuridad prevalezca".
El guerrero y la hechicera, con sus fuerzas combinadas, se dirigieron hacia la salida del templo. La noche en Aniba aún mantenía su manto de sombras, pero ahora, cada rincón parecía albergar secretos más oscuros.
El viaje hacia Tebas se convirtió en una odisea de desafíos y peligros. En su búsqueda de Ma'at, Horura e Ishia enfrentaron criaturas sobrenaturales, trampas místicas y guardianes de antiguos templos. Cada paso los acercaba más al corazón de la oscuridad que amenazaba con consumir a Egipto.
Mientras cruzaban el desierto, los vientos traían susurros de la magia negra de Seth. Horura se sumía en profundos pensamientos, recordando las palabras de Gebsu y los misteriosos sueños premonitorios que lo guiaban en su camino.
Finalmente, llegaron a las puertas de Tebas, la ciudad de los dioses y la morada de los faraones. Pero la sombra de Seth se cernía sobre la ciudad, eclipsando la grandeza que alguna vez la caracterizó. Tebas estaba sumida en una penumbra ominosa.
"La presencia de Seth se siente más fuerte aquí", dijo Ishia, observando las sombras que danzaban en las paredes de la ciudad.
Horura apretó el puño con determinación. "Entraremos en Tebas, enfrentaremos a Seth y rescataremos a Ma'at. Nuestro destino está entrelazado con la mitología de Egipto, y no permitiremos que la oscuridad escriba el final de nuestra historia".
Con esas palabras, Horura y Ishia avanzaron hacia las calles sombrías de Tebas. La ciudad, una vez llena de vida y esplendor, ahora yacía bajo la influencia de fuerzas antiguas y malignas. En cada esquina, los signos de la resurrección de Seth eran evidentes.
La travesía se volvía más peligrosa a medida que se adentraban en la oscuridad de Tebas. Criaturas místicas, sirvientes de Seth, acechaban en las sombras. Horura, con su Kopesh y la Espada de su Abuelo, brillaban con la luz del Escarabajo Azul y el Escudo Rojo, luchando valientemente contra estas amenazas.
Ishia, canalizando sus habilidades místicas, deshacía los encantamientos oscuros que bloqueaban su camino. La alianza entre el guerrero y la hechicera se fortalecía con cada desafío enfrentado. Su misión no solo era rescatar a Ma'at, sino también restaurar el equilibrio perdido en las tierras de Egipto.
En el corazón de Tebas, en el Templo de Karnak, la presencia de Seth alcanzó su punto máximo. Las estatuas de los dioses observaban en silencio mientras Horura e Ishia se preparaban para el enfrentamiento final.
"Seth, esta noche termina", proclamó Horura, su voz resonando en el templo.
Seth emergió de las sombras, su figura imponente y su mirada llena de malicia. "Horus Jepri, tu resistencia es inútil. Eres solo un peón en el juego de los dioses".
La batalla en el Templo de Karnak sería la culminación de su viaje, el enfrentamiento entre la luz y la oscuridad que determinaría el destino de Egipto. El rugido de la magia, el choque de las espadas y los destellos de poder iluminarían el templo, mientras la mitología antigua se entrelazaba con la valentía de Horura Khepren y la magia de Ishia.
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Horus Jepri Chronicles
AdventureSumergiéndonos en un emocionante viaje a través de los reinos divinos y terrenales, «Horus Jepri Chronicles» nos presenta una épica antología compuesta por once episodios que tejen una narrativa envolvente y llena de misterio. La historia se inicia...