Enzo llegó a casa solo para comprender que Matías no lo había obedecido.
tomó su celular y le envió cientos de mensajes, audios y llamadas sin obtener respuesta alguna.Con la angustia de no saber dónde encontrarlo, se sentó a esperar, era claro que había salido pero seguramente estaba por llegar.
Sin embargo las horas pasaban y Matias no volvía a casa.Pasó la tarde y comienzo de la noche paseandose por allí como un animal enjaulado, nervioso y preocupado, sin saber que más hacer cuándo finalmente la puerta se abrió y Matías entró por ella, sonriendo como si nada hubiese pasado.
-¿dónde mierda estabas?-le preguntó histérico, la preocupación rápidamente mutó a enojo-¿para que te compré ese celular? me tenes que responder, me preocupo yo
-no sos mi mamá, Enzo, se me hizo tarde,no te enojes...
-¡te dije que no podías salir! ¿no entendes vos que es peligroso? yo puedo llevarte a donde quieras, no hace falta que hagas estás cosas, encima ni me respondes
-me quedé sin batería
-¿dónde estabas?
-con los pibes
-con los pibes-respondió el mayor respirando con profundidad. el enojo solo aumentaba
-si, con mis amigos
-¿con los faloperos esos?
-no les digas así, ni los conoces
-¿estaba él?
-habían muchos "él"
-sabes perfectamente de quien estoy hablando
Enzo sentía que todo su cuerpo hervia, no había forma de calmarse con algo así
-que toxico inseguro sos, si, Blas estaba-le dijo Mati riéndose,los celos de Enzo con su amigo Blas le parecían algo absurdo
-¿de que te reís, pendejo de mierda? ¿te parece gracioso? vos a esa gente no la ves más
-¿y que vas a hacer? ¿encerrarme?
-si hace falta...
-yo voy a hacer lo que quiera, no sos mi dueño
-sos increíble vos, lo último que esperaba de esta noche era pasarla así, realmente
Mati no estaba enojado, se estaba divertiendo, sabía muy bien que tenía que hacer para calmarlo.
se acercó hasta él y rozó su nariz por encima de los labios cerrados de Enzo, que lo miraba serio con las manos sobre su cadera.-basta, sali
-no seas malo-murmuró besando suavemente su cuello. había colocado sus manos en el pecho de Enzo y lo tocaba leve-¿que esperabas, entonces de esta noche, eh?-preguntó bajando sus manos hasta su cintura
-basta-le pidió nuevamente mientras su cabeza comenzaba a dar vueltas. no podía negar que tenerlo pegado a él le aliviaba, tenía el olor de su sudor, de su ropa, y de su piel invadiendo su nariz, tan adictivo como destructivo
-¿sos difícil ahora? ¿me vas a costar mucho?
-estoy enojado, Matias, no entiendo que querés...
-te quiero adentro, si pudiera dejarte adentro mío para siempre lo haría-dijo. soltó una mano de su cintura y la metió directamente dentro de su pantalón y ropa interior, agarrando su miembro con fuerza
-nene...-gimio, sentir la mano en su pene era una maravilla, ni siquiera la movía, solo la tenía entre sus dedos y con eso solo le tenia en el cielo
-la tenes re dura, ¿yo te la puse asi?-preguntó fingiendo inocencia,lo cual a Enzo le enloquecia
dijo que si moviendo la cabeza, ya se sentía excitado desde el momento en que el pendejo se acercó; asi que con la mano libre, Matias le tomó la nuca y atrajo su frente hasta su propio hombro, enredandole los dedos en el pelo
-buen chico-murmuró besandole el cuello-tu nene va a hacer que te sientas bien
-no...
-vamos a la cama y dejo que me rompas todo, como te gusta
Enzo ya había perdido, lo sabía, seguir peleando ya no tenía sentido.
En breve estuvieron en la cama, besándose con violencia y desesperación.
La lengua de Matias se paseaba por toda su boca, literalmente toda, mientras las manos de Enzo intentaban quitarle torpemente la remera, arrodillado entre sus piernas abiertas-dios mío...-gimio cuándo Matias logró subirle la camisa y comenzó a chuparle el pecho, llegando hasta la zona sensible, rápidamente Enzo tenía sus labios y sus dientes entorno a los pezones, jugando con ellos; chupaba y mordia mientras le bajaba los pantalones y volvía a tomarlo con fuerza, masturbandolo.
Matias iba marcandolo en varias partes mientras él intentaba desnudarlo, tarea que cada vez era más difícil-¿estás celoso, no?-preguntó ayudandolo a sacarle la ropa
-muy-admitio perdido en sus manos
-no deberías, no dejo de pensarte, soy todo tuyo yo
estaban ahora los dos desnudos, friccionando sus cuerpos húmedos y calientes, contorneados uno encima del otro sobre la cama
Enzo tenía las piernas de su chico a su alrededor intentando entrar en él, pero él jugaba con Enzo, evitaba el contacto, se alejaba y volvía, lo estaba volviendo loco
-dejame cogerte-le rogó, no podía más, queria sentirse dentro suyo de nuevo
-¿sos mio?
-por favor...
-¿tenes muchas ganas de metermela?
-si
-¿muchas?-preguntó tomando su cabeza con ambas manos, la cuál Enzo movió desesperado, realmente lo estaba
-decime que sos mio, que vas a serlo siempre
-sabes que sí
Satisfecho, Mati le tomó entonces su dureza y la llevó hasta sus muslos, y Enzo finalmente pudo entrar en él.
Empezó a embestirlo con fuerza sobre la cama que golpeaba la pared.
le besaba el cuello con especial atención a su nuez y le tomó las manos por encima de su cabeza,dejandolo inmóvil mientras recibía las estocadas cada vez más agresivas.
Enzo se dejó caer sobre él mientras seguia moviéndose, tan perdido en el placer que rápidamente había olvidado su enojo.Pero en el fondo, Enzo nunca olvidaba nada.