La batalla estaba en su ápice, muchos cultivadores de la alianza estaban heridos y sin fuerzas para enfrentarse a los cadáveres de Wen Ruohan, quien hasta el momento no había asomado su cabeza en la batalla. Las voces en su cabeza se intensificaban, recordándole las decisiones que lo llevaron a ese punto, la muerte de sus hijos lo estaban volviendo loco; no podía creer lo que había perdido hasta ese momento, por su ambición, por su maldito egoísmo.
A pesar de tener el control de un vasto ejército de criaturas resentidas, su corazón estaba lleno de vacío y desesperación.
En la lucha por el trono de Qishan Wen, padre e hijo se enfrentaron, y la tragedia se desató. Wen Taoli, en su afán por mantener el poder, había perdido la vida a manos de su propio hijo. Esta pérdida afectó profundamente a Wen Ruohan, aunque intentaba mantener una fachada de indiferencia. La batalla afuera continuaba, pero Wen Ruohan permanecía inmóvil, perdido en sus pensamientos y en el dolor de su propia creación.
De pronto, Wei Wuxian, el gran y temido Patriarca Yiling, apodado así por su supervivencia en los túmulos funerarios, por su hábil manejo de la energía resentida, y por ser la pieza clave en la guerra, había llegado al campo de batalla. Sus pasos eran lentos, el cansancio y la debilidad se reflejaban en su rostro, pero su determinación no flaqueaba, pues su aspecto aún era intimidante.
Su típica vestimenta negra y roja ondeaba con el viento, resaltando la elegancia y la letalidad que emanaban de él. El cabello largo y suelto se movía al compás de sus pasos, mientras la cinta carmesí que lo adornaba añadía un toque distintivo.
A pesar de lo que había sufrido recientemente, Wei Wuxian irradiaba una mezcla única de superioridad, belleza innata y un poder que trascendía lo convencional, el doncel se veía envuelto en un aura majestuosa que imponía respeto.
En el palacio, Wen Ruohan, aún abrumado por la pérdida de su hijo y la furia en su interior, comenzaba a sentir una perturbación. Las voces en su cabeza se intensificaban, como si algo o alguien estuviera desafiándolo. La presencia de Wei Wuxian se hacía sentir, y el destino de la guerra pendía de un hilo.
Lan Wangji estaba abrumado por la tristeza y la preocupación. Su prioridad siempre había sido la seguridad de Wei Ying y su hijo, y ahora, al ver a su amado herido debido a su propio descuido, sentía que el mundo se venía abajo a su alrededor. El remordimiento lo consumía por no haber sido capaz de protegerlos como se proponía.
En medio de la ira y la desesperación, Lan Wangji se vio envuelto en una lucha frenética contra Wen Chao. Con la mente nublada por la cólera y el miedo por la seguridad de Wei Ying, no recordaba claramente quién le ayudó en ese momento. Su enfoque estaba completamente en el Wen y su amado doncel tirado en el suelo; el resto de gente y criaturas en la batalla desaparecieron de su campo de visión.
La pérdida de control en medio de la batalla revelaba la vulnerabilidad de Lan Wangji, quien, a pesar de ser un cultivador poderoso, estaba profundamente afectado por el peligro que acechaba a su familia.
ESTÁS LEYENDO
Wei Ying "ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ"|| Wangxian
FanfictionWei Ying y Jiang Cheng se encontraban en la situación de representar a su secta en la competencia anual de Laling Jin, donde debían demostrar sus destrezas en las seis artes. A pesar de que esta competencia era una tradición para evaluar el progres...