¿Ahora soy un perro?

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Daniel se sienta a mi lado en la cama.

-¿Que haces despierta? -me pregunta en un susurro.

-Esa no es la pregunta. -digo en su mismo tono de voz- La pregunta es, ¿que haces tu aquí?

-Pues venir a verte dormir. -me acaricia la mejilla con su mano derecha.

Le agarro de la mano, para quitarmela de la cara. Pero al posarla sobre la cama, él no me la suelta. Empiezo a notar una corriente eléctrica por todo mi cuerpo y una explosión de fuegos artificiales en mi estómago.

¿Que me está pasando?

Me suelto de su mano.

-Creo que deberías irte a dormir. Que mañana hay instituto y son casi las tres de la mañana.

-Me parece bien. -y seguidamente se tumba en mi cama, poniendo sus manos debajo de su cabeza.

-¿Que haces? -le hecho una mirada asesina, aun que apenas se vea en la oscuridad.

-¿No me has dicho que me vaya a dormir?

-Si, pero a tu cama. -digo en un tono serio.

-Ah no, ¿y si viene un asesino en serie y te viola? -expone su argumento poco creíble.

-Si, como no seas tu ese asesino, me da que no va a entrar nadie. -le intento convencer para que se vaya.

-Osea que quieres que te viole eh. -pone cara de pillo.

-A ti esto de la ironía no se te da bien, ¿no?

Se encoje de hombros.

-Pero tumbate hombre.

-¿Contigo?

-Si.

-¿En mi cama?

-No veo otra.

-¿Toda la noche?

-Si.

-¿Contigo?

-Si. Te repites un poco, ¿no?

-Eh... No. Tu ahora te vas a tu camita a dormir. Y me dejas a mi descansar empaz.

-Pero si conmigo vas a dormir mejor. -me guiña un ojo.

-Creo que podré dormir sola.

Me coloco a su lado intentándole hechar de mi cama. Pero es imposible.

-Oh vamos. Si no me vas a poder sacar de aquí. Tu duermete. -se acerca para intentar besarme. Pero me aparto.

-Venga ya. Que quieres para irte.

-Nada, solo quiero dormir en tu habitación.

-Está bien. Tu quieres dormir en mi habitación, ¿no?

Este asiente.

-Pues si te quieres quedar, vas a dormir en la alfombra. -y le pego un empujón mientras estaba desprevenido para que se fallera de la cama a la alfombra.

Y me tumbo en la cama. Ocupándola toda para que él no entrara.

-Que pasa. ¿Ahora soy un perro?

-Siempre lo has sido. Ahora calla y duermete ya.

Bufa.

-Sabes, cualquier chica normal hubiera accedido a la primera a dormir conmigo, y no se hubiera apartado cuando iba a besarla y ni mucho menos me haría dormir en su alfombra. Eres distinta a las demás...

-Tal vez no soy una guarra como todas las chicas de tu instituto... -le interrumpo.

-Eres... Especial. No sé, tienes algo que las demás no tienen.

La verdad, es la primera vez que Daniel no me parece un completo gilipollas.

Me asomo desde el borde de la cama para verle. Y está ahí, tumbado en la alfombra. Mirando al techo.

Sonrío al verle. Aun que no sé porqué.

-¿Te vas a quedar a dormir ahí?

-A ver, si insistes en que duerma en tu cama pues... -busca mi mirada con la suya.

-No te motives eh, que yo no he dicho eso.

Se ríe levemente.

-Anda toma. -le tiro un cojín.

-Me gusta tu humildad. -dice en tono irónico.

-Ey, que nadie te ha dicho que te quedes a dormir aquí. Puedes irte cuando quieras a tu colchón, en la habitación de mi hermano.

-Me quedaré contigo.

-Pues entonces no te quejes.

Se vuelve a reír suavemente.

[...]

Narrador enpersona:

Daniel le aparta el pelo a Natt. Colocándoselo en la oreja. Le da un beso en la frente y, al acercarse a ella, su respiración choca con su cuello. Él puede apreciar el agradable olor que ella siempre tiene.

-Está más bonita mientras duerme. -pensaba el chico.

Natalia comienza a abrir sus ojos con los primeros rayos del Sol.

-¿Dani? -se frota lo ojos.

-Supongo. -responde este sonriendo.

-Pero... -piensa la chica.

Narrador enpersona [Natt]:

Noto una brisa en mi cuello. Lo que hace que me despierte.

Empiezo a refrotarme los ojos.

-¿Dani? -pregunto dudosa.

-Supongo. -dice este.

-Pero... -pienso- ¿Que hace este aquí?

Me levanto de sopetón.

-¿Que haces aquí? -digo en un tono más alto.

-En el suelo se estaba incómodo.

Bufo.

-Sal de aquí. ¡Ya! -le intentaba sacar de la cama- Como te pille mi hermano, no sales vivo de aquí.

-Me las apañaré.

Suspiro ruidosamente.

Me pongo de pies en la cama y paso por encima de él, hasta llegar al suelo.

-Yo no quiero saber nada. Me voy a duchar. Y como llegues a asomarte por la puerta te arranco los ojos con una cuchara. -le amenazaba.

-Habrá que arriesgarse. -decía con cara de pillo.

Le hecho una mirada asesina.

Mi única verdad. {Jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora