ᵈᵉ 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼

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Sentía a mi vieja abrazarme. Raro, no sentía el amor maternal, no sentía algún especie de sentimiento que venga de ella.

-Que bueno que volviste, Camila.- Hablo mi vieja.

Me sentía incomoda, no sabía porque, capas que porque me dijo Camila y no "hija". Mire a Hernán y a Jorge con cara de orto.

Me límite a quedarme en silencio y aceptar su abrazo. Después de un rato me separé y acomode mi mochila en la espalda.

-Bueno, yo pasaba a saludar noma'. -Desvie mi mirada al piso.

-No te querés quedar a comer? -Me invito.

-Gracias pero no, quiero pasar el cumple de Jorge con él. -Medio que mi vieja me miró medio mal.

Ya sabía que iba a empezar con que todos éramos unos desagradecidos, que nunca le dábamos plata y la dejábamos sola. Por eso me despedí de Hernán y de mamá con un movimiento de mano y camine apurada hasta el auto de Jorge dónde estaba la China esperando. Jorge venía atrás de mí así que el se subió y yo también.

-La dejaste hablando sola. -Jorge arranco el auto después de chaparse a la China.

-La conozco Jorge, iba a empezar con que somos unos mal agradecidos y que nunca le damos plata. -Meti mis manos en los bolsillos de la campera. -Es tú cumpleaños Jorge, no tenes porque pasarla mal por culpa de mamá.

-Cómo andas piba? -Después de que Jorge se quede callado la china me saludo.

-Bien por suerte, vos qué onda?- le choque la mano y el puño.

-Bien, bien. -A escondidas de Jorge me pasó una mini bolsita que parecía chaskiboom, sabía que no era eso y me lo guarde.

No hablamos en todo el camino. Cuando llegamos a dónde se iba a hacer la fiesta, le abrieron el portón y entro el auto, el patio tenía mesas con birras, comida y había una parrilla con carnes.

-Fua loco, y yo que no como desde hace rato- Me baje rápido y agarre unos chicitos.

-Cómo que no comes desde hace rato? Los tíos no te daban de comer? -Me pregunto La China cuando bajo del auto.

-Se gastaban la plata en birras y cigarros, de suerte comía porque un pibe de allá me daba sanguchitos de miga y pebetes. -Le dije mientras comía de los chicitos.

-Qué macana, Camí, al final parece que te mandaron al pedo, pero al menos no te drogaste. -Asenti. Si, me había drogado, el mismo pibe que me daba de comer me daba drogas, no me quejaba, pero si podía evitar que otros se metan en esa vida, iba a hacerlo.

Pasaron los minutos en los que ayudaba a ordenar algunas cosas o miraba un partido de fútbol en la tele antes de que la sacarán y pusieran los sillones afuera. Al rato de que sacarán la tele llegó Cochi y Anabella con su auto rojito. Que brillantes boludo, se nota que limpian los autos cada que pueden.

-Camila! -Le saludo Cochi mientras me despeinada.

-qué onda wacho? Todo piola? -Nos chocamos las manos y el puño y se sentó al lado mío a ver cómo iba todo mientras que Anabella se sentaba del otro lado mío.

-Todo piola che, cuando llegaste? -Salude a la piba y saque un chicle para pasar el hambre, Jorge me dijo que no podía comer hasta que empezará la fiesta, me dió plata pero también me dijo que no salga, re infumable.

-Hoy a la tarde, como unas 4 horitas antes de que llegarás. Fui a lo de mi vieja a saludar noma'. -Mastique el chicle sin hacer ruido.

-que paja, te podés quedar acá con nosotros, te parece?

𝙻𝚘𝚌𝚊 / 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐥𝐨 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora