Capítulo 4

15 1 0
                                    


Kai se estaba acercando demasiado, ¿qué hago? Creo que me gusta, pero, no me puede gustar, ¿o sí? No, no, no, no, es mi mejor amigo, pero, me gusta. ¿QUÉ HAGO?

Estoy muy nerviosa, siento que voy a explotar de los nervios, ¿realmente quiero besarle? Kai se acercó más al punto de que nuestros labios se juntaran, ¿por qué el tiempo va tan lento ahora? Esto no ha pasado ni en 3 segundos y parece que hayan pasado 2 horas. Yo también me acerqué más al punto de besarnos, pero de repente me desperté.

- JODER, ¿ERA UN SUEÑO? -

Estaba sudando mucho, aunque, hacía frío.

- Joder, ¿cómo se pueden pasar tantos nervios en un sueño?, ¿por qué he soñado con él? ¿Tal vez porque estoy enamorada de él? -

Tenía muchas dudas, quería estar con él, pero, a la vez no, tengo miedo de que salga mal, o que no le guste, o también pueden pasar muchas cosas.

Fui al comedor para desayunar, no había ningún mueble ni estaban los de mudanzas para montar los muebles, así que, realmente, no era un sueño.

— Oye Paula, ¿puedes ir al supermercado a por algo de fruta para desayunar? Está a 2 minutos caminando. — Dijo mi madre

— Eh, sí, claro. Déjame que me cambie de ropa y voy a comprar.

Fui a cambiarme de ropa para ir a comprar, me puse la ropa que me puse en el sueño.

Al volver de comprar mi madre se comió una manzana, yo comí cerezas, estaban muy buenas.

En esta ciudad, lo bueno es que tiene playa a 15 minutos andando. Con el skate tardaría 6 minutos.

— ¿Oye ma, puedo ir a la playa?

— Bueno, por mí sí, mejor porque vendrán los de mudanzas, pero, ¿ya sabes como ir a la playa?

— Bueno, más o menos, con el Google Maps sí.

— Eh bueno, si tú crees que sí, pues sí. Recuerda que puedes ir en autobús ¿Ok?

— Valeee, gracias. Si quieres a la hora de comer ven tú y comemos juntas en un restaurante de cerca de la playa, si quieres.

— Bueno, no creo que pueda ir, estaré liada con los de mudanza, pero si puedo ir ya te avisaré.

— Vale, me preparo para ir y me voy.

Fui a mi habitación y agarré una bolsa, en esa bolsa puse una toalla grande, un gorro, gafas de sol, unas sandalias y unos auriculares. Como iba a ir en skate, pues fui en bambas, pero en la playa me pondría mis sandalias.

Al llegar a la playa pensé que era mal idea haber traído el skate, ya que las ruedas se podrían llenar de granitos de arena. No le di mucha importancia, solo me quería bañar y disfrutar un poco, ya que sabía que no podría ver a Kai en mucho tiempo.

En la playa, vi a un chico muy guapo, piel morena, pelo rizado, más alto que yo, con un bañador negro. Era bastante parecido a Kai, solo que Kai tenía los ojos hazel, eran muy bonitos, encima le quedaban muy bien porque destacaban mucho.

Ese chico era muy guapo, intenté acercarme un poco a él, a ver si me podía ver. Al acercarme un poco se dio cuenta de mí. Me estaba mirando. Ay, es muy guapo, ojalá poder hablarle, pero, me da vergüenza.

Estuve un rato más en el agua, él me miraba de vez en cuando, ¿le habré parecido atractiva? No creo, nadie se fija en mí, normalmente.

Volví a la toalla, tenía sed, así que fui a un bar a por un granizado, después volví a tumbarme en la toalla para poder broncearme un poco mientras escucho música, mi madre es muy morena, y yo también, pero nunca viene mal ponerse un poco más morena.

Un gran cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora