Finalmente Trina estaba de vuelta. No podía ser mejor momento para regresar, más cuando todo había salido tan mal.
Los únicos amigos con los que contaba como medio de transporte ya no eran una opción.Casi y puedo decir que extrañaba que mi hermana me trajera. Pude haberme ahorrado tantos momentos incómodos si tan sólo tuviera mi licencia de conducir.
Suspiré no queriendo entrar a Hollywood Arts y así tratar de escapar de Jade.
Si antes me parecía intimidante incluso cuando ella trataba de ser amable, ahora que sabía que cruce la raya temía por mi vida.Al entrar lo primero que vi fue la puerta de mi casillero. El cuál ya no tenía mi inspiradora frase y luces brillantes.
Me dio tristeza saber que lo tenía un tanto merecido.- ¿Pero que hiciste morena?- preguntó André viendo la escena del crimen.
- Es una larga historia- tomé mis cosas y las guarde en mi bolso- Con esto sabes quién fue la responsable- le mostre las tijeras que estaban clavadas en los pequeños orificios del casillero- Puede que me lo merezca.
- ¿Segura? Creo que esto es cruel- asentí comenzando a caminar con él a mi lado.
- Puede que yo también lo haya sido- me miró intrigado- Después te cuento.
Entramos al salón y me fue imposible no buscar a Jade con la mirada.
Sus ojos celestes me daban esa sensación escalofriante de nuevo.
Aquella sonrisa burlona tan característica nuevamente estaba platada en su rostro.Era demasiado irónico que ahora la idiota era yo. No podía reprocharle nada si volvía a odiarme. Tendría razones que decirme de porque alejarme.
Mire a André y el comprendió que era mejor no hacer nada al respecto.- Como ya saben, mañana es uno de octubre- comenzó Sikowitz luciendo bastante emocionado- ¿Quién puede decirme que día es?- señaló de manera aleatoria esperando respuesta.
- Día internacional de la música- habló André con normalidad.
- ¡Exacto!- su gritó inesperado me hizo saltar en mi asiento- El día de hoy alguien debe ser escogido para dar inicio al día de mañana- el profesor no tardó en señalarme- Tori, ¿quieres hacerlo?.
Miré a Jade que estaba notoriamente molesta por la elección. Lo mínimo que podía dar como disculpa era mi lugar.
- No puedo- fingí que me costaba hablar- Me duele la garganta.
- ¿Qué? Pero si hace un rato..- le di un codazo a André antes de que continuará.
- Me daría mucho gusto pero, no puedo forzar mi voz- volví mi mirada a la pelinegra y ella pareció entender lo que haría- Pero sé de alguien que podría hacerlo.
- Jade, ¿Crees poder cantar?- preguntó Sikowitz sin reprochar que yo no pudiera.
- Claro- hablo con normalidad rodando los ojos.
Era mejor que ella lo hiciera, era mi manera de pedir disculpas.
Me di cuenta de que tal vez se lo tomó un poco mal cuando cruce mirada con ella.
Cuando se cruzo de brazos y me dio una sonrisa complacida por el favor, casi tan invisible que si fuera por su hoyuelo no me daría cuenta.- ¡Todos somos pingüinos quejandose del precio de los peces!- gritó nuestro profesor haciendo que todos actuaramos como lo pidió.
Me levante tratando de imitar lo mejor que pude a un pingüino.
Y aunque aveces esta clase de cosas parecían sin sentido, era lo que más me gustaba, que todos estabamos haciendo el ridículo juntos por lo que sea que nos trajo a estudiar aquí.Cuando las clases terminaron me dirigí a mi casillero a guardar mis cosas para ir a comer.
De reojo pude ver como Beck estaba a mi lado hablando con una chica. Se me hizo difícil no quedarme a escuchar su conversación.
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¿Qué tal si...?
Fiksi PenggemarVictoria Vega y su compañera Jade West siempre han tenido una rivalidad inquebrantable. Hasta que su profesor harto de todo eso decide ponerlas a prueba, haciendo que pasen una "cita" juntas. Ambas deciden darse una oportunidad y convertirse en buen...