𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘𝚜: 𝚂𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚊 𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎

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-Oye Klaus ¿Papá dijo algo del Apocalipsis cuando hablaste con el? ¿Algún indicio de como paso?

Los hermanos Hargreeves, Diego, Klaus y Cinco se encontraban entre las escaleras y las habitaciones, en busca de algún indicio de donde pudiera estar Vanya, pero no la encontraron.

-Sin pistas, una increíble afeitada, pero sin pistas.- Klaus admitió cansado y miro a Cinco.

Cinco rodó los ojos y bajó las escaleras, Klaus lo siguió

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Cinco rodó los ojos y bajó las escaleras, Klaus lo siguió.

-Ahora que lo pienso, sí menciono algo sobre mi potencial y como apenas he arañado la superficie de mi— -Cinco le interrumpe.

-¿Cómo sabía sobre el Apocalipsis?— Habló solo aquel "joven" oji-verde, frustrado.

-No se, pero oye, toda tú cuestión de saltar por el tiempo ¿Cómo... Cómo sabías que podías hacerlo?

-No lo supe, te darías cuenta si estuvieras sobrio.— Dijo, claramente molesto.

-Oye, estoy sobrio. He estado sobrio por dos...— Klaus calló por un instante.- ...casi dos días, ahora.

-Claro, dos días.— Repitió, sin creerle.

Klaus suspiró y miró al suelo por unos segundos mientras le daba un escalofrío por todo el cuerpo.

-Se sienten como 45 años...- Susurró.

-¿A quien engañas, Klaus? Te he visto inquieto todo el día.- Confesó Cinco, al parecer muy irritado.

-Ambos luchamos contra las adicciones entonces.— Habló Klaus, retante ahora.

-No soy adicto.- Se defendió.

-Si lo eres, eres adicto a una droga llamada "el Apocalipsis".

-No es cierto.— Negó rápidamente Cinco.

-Primera señal, negación.— Cinco se teletransportó en frente de Klaus para reclamarle.

-Tu y yo no somos iguales.— Dijo a regañadientes mientras lo señalaba, frustrado.

-He visto esa mirada en los ojos de una persona que no sabe quien es, si no tiene su droga. Confía en mi. Tienes que dejarlo ir.— Cinco, ya harto de escuchar a su hermano, arrojó el ojo de cristal contra la pared, éste rompiéndose en el impacto. Y luego, se fue de allí dejando a Klaus solo.

-Figurativamente, pero eso funciona también.— Hizo una pequeña pausa.— Un día la vez.

•Con Cinco Hargreaves•

𝓤𝓷𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓮𝔁𝓲ó𝓷 𝓭𝓲𝓶𝓮𝓷𝓼𝓲𝓸𝓷𝓪𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora