Se cuenta que el día que nací, un arcoiris atravesó todo el firmamento y se pudo observar por toda Elemtland, sin embargo, mis padres no lo vieron porque estaban demasiado ocupados tratando de salvarme cómo para tener tiempo de mirar el cielo. Según ellos, yo había nacido demasiado débil y mi corazón apenas latía, cerca de nuestro hogar no había Elementales Sanadores y mí muerte parecía inevitable hasta que decidieron sacarme afuera, me acostaron sobre los helechos del jardín e imploraron a la Diosa Madre que me llenara de vida. Ambos cuentan que sus súplicas fueron oídas, me volvió el color a las mejillas, mí corazón retumbó con fuerza y mis pulmones se llenaron de aire. Mi llanto tronó a través de la oscuridad y mis padres me acunaron entre sus brazos con una delicadeza innecesaria porque yo desde ese día, jamás volví a ser débil.
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Crónicas de una Elemental
FantasíaAeris era la Elemental más poderosa que había existido en un milenio, sabía que estaba destinada a triunfar al lado de la persona que amaba y nunca pensó que de un momento a otro su vida perfecta se desmoronaría. Pero a veces el futuro se tuerce y e...