Apenas eran las nueve de la noche, la pareja se había dormido a las siete en punto, se encontraban en el hospital todavía, pasando lo que sería su primera noche siendo papás con los dos bebés, en los pasillos del hospital, inundaba el silencio, no había grandes emergencias ni ruido de algún otro nacimiento, lo que les daba la seguridad de que nadie sabía que ellos estaban ahí, la prensa sospechaba que pronto los hijos de la pareja nacerían, pero en sí, nadie tenía una información concreta de tal evento porque lo podrían estar con calma asentados en el lugar.
Como es sabido, los bebés se despiertan cada dos o tres horas para comer y alguna otra necesidad que estén presentando, así que, empezaron a llorar, primero siendo Evie la que con su llanto hizo que Taylor abriera los ojos asustada, la pequeña contagió a Charls, quien, seguido de escuchar a su hermana, lloraba también.
—Trav— Swift llamaba a su prometido, quien se encontraba roncando en el sillón reclinable, no lo culpaba, debía estar tan agotado como ella. —¡Trav! — le llamó de nuevo y prendió la luz de la lámpara.
Despertó de golpe. —¿Qué pasa? —
—Los bebés— ella se habría levantado para no despertarlo, pero al sentir tanto cansancio corporal, no tenía la fuerza para mover su cuerpo como quisiera.
—Dame un minuto— se puso de pie y fue a las cunas, que se encontraban junto a la camilla de Taylor. —¿Qué pasa chicos?, ¿Hambre? — volteó a verla hora en el enorme reloj de pared, marcaban las 9:15 p.m., Evie lloraba fuertemente, por lo que se notaba que alteraba a Charls. —Tranquilos— tomó a la niña primero, para dársela a su mamá.
Ella ya estaba lista, se había descubierto la bata para darles de comer y presionando el botón de la camilla para poder inclinarla un poco más hacia arriba, tomó el cojín de lactancia que se encontraba a su lado y se colocó a Evie, quien se prendió de ella de manera rápida.
—Puedo ver que sus pulmones se encuentran bien— Travis rio y le pasó a Charls.
—Demasiado bien— rio y se acomodó a Charls del otro lado. —Solo pudimos dormir dos horas, al parecer esa será su rutina por el momento— los ojos le ardían, pero la vida ahora se estaba sintiendo maravillosa.
—Sí...—
Travis estaba completamente perdido ante la escena que miraba, sus dos hijos comiendo de su madre, era fascinante como es que el cuerpo de Taylor cambió en los últimos meses, todo para este gran momento donde se convirtieron en padres, la tranquilidad con la que sus bebés se alimentaban le daba la certeza de que su prometida haría un gran papel como mamá, él nunca lo ha dudado ni un solo segundo, a pesar de que no fueron planeados y se enteraron que estaban embarazados en pleno inicio de la segunda etapa de The eras tour, todo el estrés, caos y miedo que les generó, la verdad es que los desearon demasiado, a pesar de no ser las mejores circunstancias, dieron todo para que ellos llegaran al primero de sus días de vida.
La felicidad de tenerlos era inexplicable, era como ganar un millón de super bowl juntos, al ala cerrada le emocionaba pensar que sus hijos podrían verlo jugar antes de que llegara el momento de retirarse del futbol, estaba por cumplir 35 años y no sabía si iba a estar por más tiempo, aunque él quisiera, las prioridades ahora eran diferentes.
Taylor pudo darse cuenta de que su prometido los miraba con detenimiento. —¿En que piensas? —
—Todo esto me parece tan irreal, no puedo creerlo, me encuentro muy feliz—
No pudo evitar sonreír. — Yo también—
Kelce se acercó para besarla. —Te amo—
—Te amo, Trav— lo besó de vuelta.
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Eres mi juego final
FanfictionTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...