23.- Transferencia de emociones

9 5 0
                                    

Julieta vio la pantalla de su celular y vio que era una videollamada de Esteban, no quería que la viera así, pero tanto había dicho Alejandra que era como un adonis que la acepto de inmediato, al fin de cuentas quería desahogarse con alguien externo a la situación que acababa de vivir.

—Que tal.

—Hola, es bueno verte, gracias por recibir la videollamada, ¿estás bien? Lamento no haber podido contestar tus llamadas, me encontraba en una sesión y dejo en automático mi celular en buzón de voz.

—Te voy a ser sincera, me apena que me veas así. Digo que bonita primera impresión. Tú te ves tan bien parecido y yo tan desalineada, llorosa y ni peinada, estoy. Vas a pensar que soy una loca de remate. —Julieta vio como sonreía apenado cuando le dijo guapo, no había sido su intención decirle que le parecía atractivo, es solo que no sabía qué le pasaba. Era la tercera vez que hablaba con él, sentía tanta confianza que no podía detener sus pensamientos más íntimos. Al parecer, de verdad estaba loca. Esteban era el hombre más guapo que había visto. Tenía un rostro cuadrado y anguloso, era como un modelo, pelo castaño obscuro, ojos verdes con destellos azules, tez blanca, y su voz era hermosa. Dudaba que tuviera un filtro en el celular que lo hiciera verse así. Babeando por él.

Esteban hablaba con ella. Julieta se encontraba sumergida en sus pensamientos. No lograba entender el funcionamiento de su cerebro. Sus emociones se subían en una ruleta rusa, que cuando paraba, acababa con un sentimiento diferente.

—Entonces contéstame. —Esteban término su diálogo de más de un minuto. Como no veía que reaccionara, continúo hablando. —Escúchame Julieta, eres una mujer muy atractiva y si así me lo pareces no puedo esperar a verte sin los ojos hinchados por el llanto.

En cuanto escucho que era muy hermosa comenzó a prestarle atención, se sintió mal y decidió sincerarse con él. No era su terapeuta, pero no dejaba de ser uno, lo cual le podría dar una buena perspectiva, como lo hacía Alejandra. No la involucraría, ella y Roberto no se llevaban bien y no quería más problemas.

—Tengo que ser sincera contigo. En este momento brinco de una emoción a otra. La verdad no me encuentro muy estable anímicamente. Esto empezó desde que inicie con lo de la hipnosis. Siento que me estoy volviendo loca, hasta parece que pierdo mi identidad. Muchas de las veces pienso que en realidad no tenía bien establecidas mis bases. Ahora todo es un caos.

—Entiendo. ¿Qué fue lo que te causó que te pusieras así? Porque en la última llamada que tuvimos no estabas descontrolada como ahorita. Sí, te vi un tanto rara. Así que algo más paso para que te encuentres así.

Comenzó a contarle que al estar hablando tuvo el flashazo de la jardinera. Busco en ella encontrando el diario y las cartas. Le confesó que le había marcado y como no le contesto él, decidió llamarle a su prometido que era bueno en francés. Finalmente, fue a su departamento y se encontró a su amiga y a Roberto fornicando. Le confesó toda la gama de sus sentimientos y hasta le dijo que se sentía atraída por él desde que habían hablado por teléfono por primera vez.

Esteban escuchó todo, se puso nervioso, en especial cuando dijo que se sentía atraída por él. Eso le gustó e hizo que se moviera algo en su interior, porque él también estaba loquito por ella. No paraba de pensarla. Por otro lado, agradeció al universo que él no era su terapeuta porque de lo contrario no podría seguir tratándola por los sentimientos que tenían el uno por él otro. Sería honesto con ella.

—Creo que todo lo que te ha pasado en este corto lapso de tiempo está siendo mucho para una persona, para cualquiera. Es normal que tengas cambios en tu estado de ánimo. Mi recomendación es que dejes el diario por un tiempo y empieza a trabajar en tus emociones y en identificarlas. La traición que tuviste por parte de dos personas a las que amabas, es fuerte y deberás vivir el duelo. Tendrás que procesar que era el hombre con el que te ibas a casar. En cuanto a lo que te sientes atraída por mí. Es porque tienes un excelente gusto. —Guiño el ojo y siguió hablando. —Es posible que estés traspasando el afecto que sentías por tu prometido a mi persona, o puede que simplemente si te guste. Eso lo descubrirás en la medida que trabajes con tus emociones. Si te soy sincero, espero que de verdad estés interesado en mí, porque yo sí me siento así por ti.

Julieta se sonrojó como colegiala cuando escucho lo último que dijo Esteban.

—De acuerdo procesaré mis emociones. Es solo que pensar en el diario me inquieta, siento desesperación al no poder trabajar con el cuadernillo por el momento.

—Te propongo algo, yo sé francés a la perfección. Si gustas yo lo puedo traducir sin ningún problema. Solo necesito que resuelvas tus sentimientos, porque de lo contrario terminaras con más emociones sin procesar. Que te parece que descansemos una semana, para despejarnos. ¿Te agrada el trato?

—Sí, es una buena solución. Gracias ya me siento más tranquila.

Julieta se fue manejando hasta su nuevo departamento, ya que no quería ser molestada por absolutamente nadie, continúo hablando con Esteban. Su iPhone no dejaba de recibir notificaciones de llamadas perdidas de todos sus familiares y amistades, hasta de Alejandra, pero ella no quería dejar de hablar con Esteban, su voz era como un bálsamo para su temperamento inestable.


Amor Entre el Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora