Piloto

80 5 28
                                    

Sabado, 5:59 am 

Ambiente de completa tranquilidad. Nadie en su sano juicio estaría despierto a tales horas del día, sobre todo tratándose de un fin de semana donde a todos les gustaba descansar y dormir hasta tarde. 

El 30 de Agosto de un calendario en una habitación  obscura y silenciosa estaba encerrado en un gran círculo rojo. Ese mismo día, era el 30 de Agosto. 

Dieron las siete de la mañana en punto, y el reloj despertador comenzó a sonar escandalosamente. Para la buena suerte de la gente que dormía en esa casa, el ruido no duró mucho, pues fue desactivado de inmediato. Y el chico responsable de hacerlo, casi al mismo tiempo abrió los ojos de par en par mostrando sus iris verdes y una gran sonrisa dibujada en su rostro. 

Rigo: Llegó el Día. 

Hizo a un lado de inmediato las sabanas y en el primer momento que se puso de pie, comenzó a desvestirse para reemplazar su pijama por ropa más cómoda adecuada para el frío que ya tenía preparada desde la noche anterior. 

Rigo: ¡A Desayunar! -Gritó saliendo de su habitación por toda la casa- 

Lo más rápido que sus habilidades le permitieran, Rodrigo encendió los pilotos de la estufa a máximo poder, y con muchos sartenes encima del fuego comenzó a romper cascarones de huevos en cada uno de ellos, preparando diferentes platillos. 

Toda la familia recién se levantaba aun empijamados y adormilados con cabello rebelde y lagañas en sus ojos, impresionados de la asombrosa habilidad que tenía el castaño para cocinar. 

Todos: ¿Rigo? 

Rigo: Buenos Días. Siéntense, ya está listo todo -Confundidos al inicio, no tuvieron otra opción más que sentarse -Bien, veamos: Dos huevos Estrellados para mi papá Emilio, Huevos Cocidos para papá Joaquín, A la Diabla para Lore, Huevo Revuelto con Cátsup para el pequeño Cris... 

Cris: ¡Qué ya no Soy un Niño! 

Rigo: Y... Rancheros para este Galán Universitario -Terminó de decir finalmente sentándose- 

Cuando el joven se disponía a desayunar, no pudo evitar notar que todos lo miraban aun adormilados y extrañados, más que nada, sus hermanos extrañados y sus padres sonrientes y orgullosos. 

Rigo: ¿Todo bien? 

Joaco: Emilio no llores por favor -Dijo notando la reacción de su esposo- 

Emi: -Llorando- ¡Mi Bebé se va a la Universidad!, ¡Y se va muy lejos de mí! -Rompe en llano- 

Joaco: Creo que lo que tu papá quiere decir es que estamos muy orgullosos de ti hijo. Y que no tienes que hacer todo esto para demostrarnos que ya puedes cuidarte solo, sabes que yo estaba a punto de despertarme para hacer el desayuno. Tu vuelo sale hasta las nueve.  

Rigo: Ya sé, es que... Estoy tan emocionado que quisiera irme ya 

Lore: ¿Oíste pa? Quiere alejarse lo antes posible 

Emi: -Modo drama- ¡Nooo! -Llora más dramáticamente- 

Rigo: Gracias Lorena -Dijo con sarcasmo- Papá ya hablamos de esto, no perderemos contacto, procuraré hablar con ustedes cada semana, más o menos cada viernes. -Dijo tratando de calmarlo- Por favor, no vayas a hacer una escena como esta en el aeropuerto. 

Emi: No me pidas milagros. -Dijo limpiándose las lagrimas- Hijo entiende por favor, te vas a ir a otro país. Llegaste a esta casa hace tan solo tres años y medio, siento que me faltó tiempo contigo. Apenas empecé a disfrutarte y ahora te vas. 

Joaco: Concuerdo con tu papá hijo. Parecía que apenas fue ayer que tú y tus hermanos entraron por esa puerta y nos odiabas, ¿lo recuerdas?. Tardamos tanto en ganarnos tu confianza y tu cariño, y que nos dijeras papás, y ahora cuando finalmente sentimos que nuestra familia es completamente feliz; Tú te vas, y no decimos que no estamos orgullosos porque claro que lo estamos, pero todo ha pasado tan rápido. 

Te Abrigaré (Risaak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora