Me despierto con los rayos del sol entrando por la ventana ya que anoche no bajamos la persiana y veo que Caleb no está en la cama. Me incorporo y tampoco escucho ruidos en casa.
Sigo desnuda, por lo que abro el armario y cojo una camiseta blanca de Caleb y un tanga mío para andar por casa. Hace buen día para estar en Diciembre y ahora mismo no tengo frío, pero como no quiero constiparme, me pongo un pantalón de chándal viejo que tengo y a veces uso de pijama.
Me miro al espejo y tengo el pelo despeinado por lo que me hago una coleta bien alta y firme.
Me pongo mis zapatillas de andar por casa y salgo por la puerta de mi habitación.
-¡Sorpresa!-gritan Caleb y Leti.
Miro extrañada hacia la mesa y veo que me han preparado el desayuno. Me emociono al ver que se han levantado pronto para preparar tortitas.
-¡Sois geniales!-les digo.
Me acerco a ellos y les abrazo. A Caleb también le doy un beso.
Nos sentamos en la mesa a desayunar y veo que mis tortitas tienen forma de corazón.
-Te quiero-le digo a Caleb.
-Yo te quiero más-me dice él.
Aún me sigue sorprendido oírle decir que me quiere, será porque las veces que me lo ha dicho es cuando discutimos o cuando está a punto de perderme. Y todavía no me acostumbro a oírselo decir de forma normal y natural en situaciones habituales y de rutina.
Bebo un sorbo de mi café y comienzo a comer mis tortitas.
-Están buenísimas-digo.
Leti aplaude y me sonríe con la boca llena de comida.
Yo me río y ella también, por lo que su comida se cae de su boca.
Caleb la limpia inmediatamente y todos nos reímos de la situación.
-He hablado con Diego-me dice Caleb.
-¡Se me olvidó llamar ayer a Martina!-digo.
-Tranquila, ya he organizado todo, vendrán a las siete para preparar la comida. Por cierto, Martina me ha dicho que quiere salir de fiesta después.
Miro a Caleb extrañada.
-¿Otra fiesta? Prefiero que no, gracias.
-Se refería a vosotras solas-aclara.
-Ah, bueno...Pues, lo podemos ver si.
Caleb me mira, pero no me dice nada. Se lo que significa esa mirada, sé que está esperando que le diga que ellos también pueden venir y que no pasa nada por ir de fiesta juntos, que debemos pasarlo bien. Sé que lo piensa, porque le conozco ya demasiado bien. Pero no puedo, no puedo decirle eso, porque realmente le estaría mintiendo, no quiero salir de fiesta con Caleb, no después de la última y después de todas las anteriores. Cada vez que hemos salido juntos ha pasado algo malo, hemos discutido y hemos acabado odiándonos y ahora estamos bien, por lo que no quiero que se empeore la situación, pero todavía no confío en que Caleb en una fiesta vaya a comportarse como se comporta conmigo cuando estamos en casa.
Esa es otra cosa que odio, que no sea la misma persona en casa que fuera. Parece que dentro de él hay dos personas diferentes y nunca sabes qué versión te va a tocar, es como jugar a la ruleta rusa constantemente.
Me encantaría acabar la noche bebiéndome una copa con mis amigos y con Caleb, pero prefiero evitar situaciones comprometidas y si al final decido salir de fiesta, será solo con Martina, eso seguro.
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Un golpe de suerte
Teen FictionCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...