Tn X Boku No Hero.
En un mundo donde los héroes y villanos se definen por sus emociones y moral, Tn es un enigma. Sin capacidad para sentir empatía, su corazón late solo para sí mismo. Con emociones que solo despiertan con el estímulo de ciertas acc...
La ciudad estaba sumida en el caos, los Nomus avanzaban destrozando todo a su paso. Sus rugidos resonaban en el aire mientras los edificios temblaban bajo el impacto de su furia descontrolada. Las calles se habían convertido en un campo de batalla, con docenas de víctimas ya contabilizadas, mientras los héroes luchaban valientemente por contener la devastación.
En medio de este pandemonio, Mt. Lady, una de las heroínas más emblemáticas, se encontraba en una situación crítica. Dos Nomus la habían derribado y, aunque su tamaño le confería una fuerza considerable, la situación era desesperada. Se cubrió instintivamente, preparándose para recibir el golpe devastador de las criaturas.
Sin embargo, justo cuando el primer Nomu se abalanzaba sobre ella, un rayo rojo atravesó el aire, impactando directamente en la cabeza de la bestia, que comenzó a derretirse ante sus ojos atónitos. En un parpadeo, una figura apareció frente a ella. Tn había llegado.
Con una seguridad y destreza que rayaban en lo sobrehumano, Tn detuvo el puñetazo del segundo Nomu con una sola mano. Luego, con una calma helada, exhaló un aliento gélido que cubrió al monstruo en una capa de hielo, inmovilizándolo por completo.
Mt. Lady, aún en el suelo, miró la escena con incredulidad. Reconoció al instante a Tn, no solo como "The One", la figura enigmática que había comenzado a ganar fama, sino también como el chico del que había oído hablar en las conversaciones de Nemuri.
Tn, sin perder el ritmo, golpeó al Nomu congelado, rompiéndolo en pedazos que cayeron sobre el pavimento como fragmentos de cristal. Luego, se volvió hacia Mt. Lady, su sonrisa tan radiante como confiada.
—¿Estás bien? —preguntó, su voz suave pero cargada de una energía que parecía capaz de calmar cualquier tormenta.
Mt. Lady, un poco aturdida y tartamudeando ligeramente, intentó responder, pero sus palabras se enredaron en su garganta.
Tn, aprovechando el momento, le lanzó un comentario perspicaz con su característico encanto. —No me extraña que te llamen Mt. Lady, porque incluso los gigantes parecen pequeños ante tu presencia —dijo, su tono coqueto y audaz.
La heroína se sonrojó, una mezcla de sorpresa y admiración cruzando su rostro. Tn, satisfecho con su efecto, se preparó para enfrentar cualquier otra amenaza que pudiera surgir, consciente de que su intervención no solo había salvado el día, sino que también había dejado una impresión imborrable.
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En otra parte de la ciudad, el caos continuaba extendiéndose como un incendio incontrolable. Las llamas lamían los cielos y el humo ennegrecía el horizonte, transformando el paisaje urbano en un escenario digno de una pesadilla. En medio de esta devastación, Endeavor, el héroe número dos, se encontraba enfrentando una batalla monumental.
