Caleb sale del baño, ya vestido con una camiseta negra y un vaquero azul claro con rotos. Lleva el pelo todavía mojado y despeinado, pero está increíblemente guapo así.
Por dios, este hombre es perfecto.
¿Cómo se puede ser tan guapo? Le odio por serlo y le odio por gustarme tanto.
Caleb me mira y me sonríe.
-¿Ves algo que te guste?-pregunta pícaramente.
-¿Qué?-le pregunto sin saber a qué se refiere.
-No sé, como me miras como si nunca me hubieras visto antes y...Como si quisieras devorarme, pues te pregunto-me dice.
-Yo...-hago una pausa para pensar en mi respuesta sin meter la pata, porque estoy jodidamente avergonzada-Es que estás muy guapo.
Digo sonrojándome.
Caleb se acerca a mí y me besa en los labios.
-Como me encanta verte así-dice.
-¿Cómo?
-Coladita por mi-dice guiñándome un ojo.
Pongo los ojos en blanco y le doy un pequeño golpe en el hombro. Que me diga eso me hace avergonzarme más. No sé qué parte me da vergüenza de esto, porque literalmente le he visto de todas las formas posibles en las que se puede ver a una persona. Pero es que joder, si alguien tuviese la posibilidad de convivir con este hombre y poder verle así a todas horas del día, me entendería.
-Eres increíble Cloe, en todas tus formas, enfadada, avergonzada, triste, contenta, asustada...En todas esas formas que tienes de ser, me tienes enamorado.
Ha dicho enamorado. Acaba de decir enamorado.
-¿Has dicho?...
-Enamorado-me repite.
Doy un salto para agarrarme a su cuello y abrazarle fuerte con las piernas. Le beso varias veces y le acaricio la cara.
-Hoy estás muy feliz-dice sonriendo.
-Es que adoro cuando estamos bien, me encantaría estar siempre así contigo, aún sabiendo que nuestra capacidad de equilibrio es nula, pagaría porque estuviéramos bien siempre.
-Yo también, créeme-dice dejándome de nuevo en el suelo.
Se mete en la habitación y yo en la cocina para sacar las cosas de la nevera para después hacer la cena cuando vengan Martina y Diego.
Mi teléfono suena. Una oferta de empleo que solicité hace un par de días ha aceptado mi candidatura.
Es para ser administrativa en un hospital psiquiátrico.
Corro de la felicidad a buscar a Caleb y enseñarle el móvil.
-¿Y eso para que es?-me pregunta.
-Es una oferta de trabajo, que me han aceptado para hacer una entrevista.
-¿Pero por qué te has apuntado a esa oferta?-pregunta serio.
-Te recuerdo que no tengo ingresos, mis ingresos eras tú por cuidar de Leti, pero ya no es así, ahora vivimos juntos y somos una familia, tú ya no ganas dinero en las peleas y tampoco tienes una ayuda tan grande del tema de tus padres. Por lo que pensé que sería buena idea ponerme a trabajar y que ambos tuviéramos ingresos para la casa y nuestras cosas.
-¡No!
-¿Qué?-le pregunto.
-Joder, esto va más allá de todo eso, yo cuando te contraté no pensaba que fueras a convertirte en alguien importante para mí, pero ahora no puedo permitir eso. Yo quiero darte una buena vida, una vida de tranquilidad y comodidad.
-¿Me estás pidiendo que no trabaje? Porque si es lo que estás haciendo, no va a ser posible. Voy a trabajar y quiero trabajar.
-¡Yo quería darte una vida de lujos! Una vida en la que hagas siempre lo que quieres, que viajes si quieres, que te compres cosas, ropa, bolsos o incluso un coche, yo que sé Cloe. Estos no eran mis planes para nosotros.
Y aquí está otra vez el Caleb que odio.
-Bueno, para mí esto es una buena vida. Una normal al menos, no necesito más de lo que tengo ahora. A ti, a Leti, una casa, unos buenos amigos...Pero necesito más, necesito trabajar y poder tener mi dinero Caleb. Sé que quieres darme más de lo que puedes, te prometo que lo sé, pero no es posible y confío en que algún día tendremos todo lo que queremos, pero ahora no es el momento.
-¿Y cuando pensabas decirme que estabas buscando trabajo?
-Pues, no lo sé joder, no pensaba que iban a llamarme, empecé a buscar trabajo cuando estábamos enfadados. No pensaba contártelo tampoco.
-¿Era esa tu forma de vengarte? ¿No pensabas decirme nada? ¿Y Leti? ¿Qué se supone que hago yo ahora con ella? ¡Tengo cosas que hacer joder! Y tú te hacías cargo de ella.
Está enfadado lo sé y está empezando a perder los papeles. Pero no pienso dejar que gane esta discusión.
-Leti es tu responsabilidad, yo cuido de ella porque me nace ser así y porque la quiero. Pero es tu responsabilidad, es tu hermana Caleb, yo solo soy una ayuda más. Si algún día me pasara algo, ¿qué pasa con Leti?
-No vuelvas a repetir esa mierda en tu puta vida-me dice enfadado y alzando el tono de voz.
-Lo siento-digo arrepintiéndome por pensar en los padres de Caleb.
-Me has malinterpretado, no te digo que no quiera que trabajes, no es eso, es solo que mi forma de quererte es tan grande que quiero darte lo mejor siempre y quiero una buena vida para ti y para nosotros-me dice lamentándose.
Me acerco a él y lo abrazo.
-Lo sé, pero tienes que entenderme, necesitamos dinero y un trabajo estable, Leti depende de nosotros y tenemos que hacerlo por ella, además los servicios sociales sabes cómo son con el tema de niños sin padres cuidados por hermanos mayores y no quiero que estén detrás nuestra.
-Gracias por ver siempre todo lo que yo no veo. Te acompañaré a esa entrevista de trabajo y estaré apoyándote hasta que te digan que si.
-Gracias-le digo y le doy un beso ligero en los labios.
-Pero tengo una mejor idea, ¿por qué no buscas un trabajo que puedas emplear desde casa? Así puedes ayudarme con Leti...O un trabajo que sea híbrido, que puedas estar en casa e ir un par de días al trabajo. Yo te ayudaré a buscarlo.
-Me parece bien tu idea, gracias. Me gusta hablar así las cosas contigo, sin discutir y sin enfadarnos. Cuando pasen las fiestas miraremos empleos juntos y hasta podemos trabajar en lo mismo, quien sabe. Pero gracias por estar cambiando.
-No, gracias a ti. Te quiero-me dice Caleb.
-Te quiero enfadica-le digo.
-Yo más gruñona.
Sabe que no. Sabe que yo le quiero más y está bien, no me importa. Pero sé que me quiere y sé que se está esforzando. Lo veo y lo noto en ciertas cosas. Hace unas semanas el Caleb enfadado me hubiera dicho cualquier barbaridad y ahora ha dejado el orgullo de lado para explicarme las cosas y pedirme perdón y eso ya es un avance en nuestra relación.

ESTÁS LEYENDO
Un golpe de suerte
Teen FictionCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...