Falto a clase por tres días. El lapso de tiempo promedio que dura el celo Omega. Este fue común e igual a los demás con la simple diferencia de que el último día cuando comenzaba a recuperar la lucidez pudo poner pensamientos en orden.
Oikawa Toru era su Alfa.
Su Omega interior lo había reconocido y había incentivado el celo como intento por confirmar lo obvio. Las feromonas que se intensificaron buscando actuar como una señal para decir que "ahí estaba", que "aún esperaba por él". El problema era que Oikawa no había reaccionado a ellas. No mostrando interés alguno.
Frunció el ceño.
¿Acaso estaba confundiendo a Tōru? Porque nunca le había pasado.
Es cierto que la apariencia no siempre tendía a ser la misma, pero está vez era idéntico a él. No podría estar equivocado.
— ¿Te sientes bien para entrenar? — fue la pregunta hecha a su costado.
Hinata camina a su lado. Las clases han terminado después de la hora de estudio libre y ambos se dirigen hacia el salón del club.
— Estoy bien — responde.
Dan una vuelta por el pasillo y salen del edificio principal. Hay todavía alumnos tomando clases y otros tantos con sus actividades fuera de horario. Los de béisbol han iniciado su entrenamiento corriendo por los terrenos de la escuela, pasan por su lado en un constante golpeteo de sus zapatos contra la gravilla.
— Olvide decirte que tenemos entrenador —
— ¿Eh? — no sabe que responder ante lo repentino del comentario.
En la expresión del Alfa se forma cierta emoción — Tal vez no lo sepas, pero es el nieto del antiguo entrenador de Karasuno — ha escuchado tantas historias sobre él que no puede evitar emocionarse. Desea platicarle cada una de ellas a su amigo.
— ¿Ukai? —
Hinata se sorprende — Entonces si lo conoces. Creí que como acababas de mudarte a la prefectura de Miyagi no sabrías de él —
— Escuché de él por el torneo nacional — miente.
La conversación termina allí cuando llegan al salón del club.
Al abrir, los demás miembros ya se encuentran allí. Es Nishinoya quien con su típico animo les recibe.
Hinata deja su bolso en el casillero y se apresura a cambiar.— Los vemos abajo — dice Daichi al abrir la puerta y salir en compañía de los demás dejando solo a los de primer año.
Tsukishima termina y sale. Yamaguchi no tarda en seguirlo.
— Date prisa. Te veo en el gimnasio —
Hinata deja el salón igualmente.
Siendo claros, desde hace días el equipo de Karasuno noto y comprendió la actitud de Kageyama hacia la privacidad en los vestidores. Sabían que el Omega de cabellos azabache no se sentia cómodo con vestirse en presencia extra, aún si se trataba de ellos. Por lo que después de hablarlo y decidirlo, comenzaron a cambiar sus rutinas en el vestidor. Ahora siempre que le veían llegar se apresuraban para darle el espacio que necesitara.
Consciente o no de esto, Kageyama siguió con lo suyo. Cambio su uniforme y luego busco en su bolso la caja de parches de aroma. Desprendió con cuidado una parte del adhesivo y quitó poco a poco el parche de su cuello. Con ayuda del espejo se guío con lo que alcanzaba a ver de la cicatriz que allí residía. Paso la yema de sus dedos sobre ella definiendo la forma de la mordida justo donde los colmillos se hundieron con mayor fuerza. Lo extrañaba. Desprendió el nuevo parche de su envoltura y situó el nuevo adhesivo a poco de la herida para luego cubrirla por completo.
ESTÁS LEYENDO
Pacto Vinculante (OiKage)
Fiksi PenggemarEl mundo esta lleno de misterios. Kageyama conoce Japón por completo. Ha viajado a pie, en carreta, en auto, en tren y en avión; pero en un viaje donde no parece tener fin hay algo que lo mantiene adelante. Fue una promesa. La cual cumplirá no impor...