7. asshole

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CAPITULO SIETE:
idiota

gisselle's pov

La tardecita del sábado caía justo cuando termine de llenar el termo con agua caliente, posteriormente había armado el mate virtiendo un sobrecito de té de manzanilla en la yerba, también hornee ─en la air fryer─ unas cookies de chispas de chocolate y arándanos para Mile y para mí ya que la morocha quedó en venir a mi casa a merendar y después nos viene a buscar David para irnos al karaoke.

Ojee una vez más la mesita del living para asegurarme de que todo estuviera impecable, sonreí satisfecha con el resultado. Observe la hora en el reloj de la pared, todavía faltaban unos minutos para que llegará Milena por lo que me permiti sentarme a boludear en el sillón.

Alce las patas en el sofá desbloqueando el teléfono con mi huella digital, no se por qué pero fui directo al chat de Delfina, mi mejor amiga me ha estado ignorando desde aquella tarde en la cafetería e incluso en los pasillos de la facultad finje no conocerme, pasa de mi. Le envié un mensaje preguntando si irá hoy pero ni siquiera obtuve el visto, bufe frustrada.

Me tiene harta sus actitudes infantiles, quiero arreglar las cosas entre nosotras pero Delfi no colabora.

Suspire al verla en línea, el último mensaje enviado por la rubia fue el link de un perfil de instagram, no estoy del todo segura pero parecía ser el perfil de Federico. Voy a ser totalmente sincera, la vez pasada no pude stalkear al morocho puesto que estaba en clases, luego fui al trabajo y después se me olvidó por completo pero no voy a negar que ahora me pico el bichito de la curiosidad.

Deslizando mi dedo en la pantalla, abrí el enlace y este me llevo directo a lo que parecía una cuenta verificada con un número importante de seguidores. Entreabrí los labios sorprendida, me acomodé mejor en mi posición para comenzar a navegar en el feed de Federico.

Me lleve una gran sorpresa cuando una de sus publicaciones fijada era nada más y nada menos que una fotografía con Messi, ambos vistiendo la indumentaria de la selección Argentina, trague saliva muy atónita. Continúe bajando por las fotos, habían demasiadas imágenes de Fede en un campo de juego y en su gran mayoría con la camiseta perteneciente al club para el que juega ─el cuál, valga la redundancia, no logro reconocer─, me pareció raro que no tenga historias destacadas, siga a pocas personas y que tampoco publique selfies suyas teniendo una carita tan linda.

El timbre de casa sonó y entonces los ladridos insoportables de Rochita hicieron eco causando que me distraiga de mi cometido y el teléfono por poco vuele de mis manos. Mi corazón dió un vuelco cuándo hice contacto con la superficie de la pantalla notando que, por culpa del exabrupto, se me había escapado un me gusta en una publicación del dos mil veintiuno, murmuré un hilo de puteadas dirigidas al caniche endemoniado para luego enfocar mis orbes en la macana que me mandé segundos atrás, la fotografia que se esbozaba en la pantalla era de Federico con la mirada agachada firmando lo que parecía ser un contrato, en la mesa había una remera roja con ciertos detalles blancos.

Cerré la aplicación queriendo que la tierra me trague, fui dando zancadas hasta llegar a la puerta. Atravesé el pequeño camino que conducía al portón delantero encontrándome con Milena aguardando ansiosa.

─¡Por fin hermana! abrí, los mosquitos me están succionando la sangre. ─se quejo espantando un par de bichos que la rodeaban.

𝗱𝗲𝗹𝗶𝗰𝗮𝘁𝗲 ; federico redondo.ᐟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora