Despertó con el sonido de los carros fuera de la ventana, y sonrió mientras se pegaba mas contra el cuerpo desnudo que yacía a su lado. Le sintió decir algo inteligible, así que levantó la mirada hasta encontrar su rostro; aquel que, debido a su perfección, parecía esculpido por los antiguos griegos...
De verdad podría, fácilmente, acostumbrarse a levantarse de esta manera cada mañana.
Hasta el momento no se había dado cuenta que había estado muy sola; a pesar de estar rodeada por muchas personas. Primero había sido la academia; donde a pesar de tener grandes compañeros y amigos como Poli y Agustín; había sido la mas solitaria del curso... justo porque su padre era el director. Luego la carrera militar donde, aunque tenía que trabajar en equipo, nunca tuvo una persona con la cual compartir sus tristezas y alegrías; guardándolas, en cambio, en lo mas profundo de si... para no mostrárselas a nadie. Y finalmente su carrera como agente secreto; donde, a pesar de tener a sus amigos; sumándole ahora a Rochi, muchas veces estaba
apartada.
Se quedó mirándole fijamente.
Y ahora se sentía tan bien con él que... que moriría si tuviese que apartarse de su lado, si no pudiese despertar de nuevo a su lado. Si sus labios no volvieran a rozar los suyos, si sus ojos no pudiesen perderse de nuevo en los de él.
¿Que le había hecho para que dependiese así de él...? ¿Un encantamiento? ¿Hipnosis?
No lo sabia... lo único que sabía era que acababa de tomar una decisión; y esa. esa decisión era
la mas importante que había tomado en toda su vida; y todo por él; porque, a pesar que cuando se conocieron había sido un engreído, arrogante, gigoló.... un bastardo completo. Ahora. ahora le
había dado lo más importante que le habían dado en su vida: Amor.
Acarició su mejilla, llegando hasta el mentón; sintiendo como el emitía algo parecido a un ronroneo y le abrazaba mas fuerte, pegándole contra si. Sonrió, estaba feliz que él hubiese podido quedarse dormido; así que optó por no despertarlo, y en cambio, le dio un beso en el puente de la nariz y se levantó de la cama con mucho cuidado para evitar despertarlo; y se encaminó hacia el cuarto de baño; tenía que ducharse e ir a la agencia: necesitaba hablar con Pablo.
Entró a las oficinas de las agencias, y vio como todo el mundo corría de un lado a otro algo debía
de haber pasado, nunca la agencia estaba tan ajetreada. corrió buscando una cara familiar, pero
no hallaba a nadie a quien preguntarle y que tuviese el tiempo de responderle. Así que siguió caminando hacia el interior de la agencia; rezando encontrar a Pablo.
En ese momento chocó con alguien....
-Lo siento no estaba mirando al frente –dijo Stefano a la vez que se puso a recoger unos papeles
que se le cayeron
-Tranquilo Agustín se agachó para ayudarle-Pero ¿que sucede? ¿Porque hay tanto
movimiento?
Stefano lo miró con los ojos abiertos como platos- ¡¿No sabes que ya tenemos la orden?!
-¿La orden? -le miró sorprendido.
-La orden de aprensión contra Aníbal. Pablo envió esta madrugada las pruebas que consiguieron
Mariana y el hijo de Aníbal en la fiesta a la corte internacional; y hace como una hora llego la orden para que este fuese capturado de inmediato. -se levantó sosteniendo sus papeles y Agustín le entregó los que había recogido- El jefe nos tiene a todos corriendo ahora. Ahora mismo deben estarle embargando a Aníbal todas las cuentas a su nombre y sus propiedades.