"My Boy" [DNF One-Shots]

Photographer

Tal vez aceptar ese trabajo fue la mejor decisión de su vida...

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"Era un fotógrafo muy anhelado en cada festividad o festejo. Sus fotos capturaban el mejor angulo de sus clientes. La luz, la oscuridad, eran su fuerte. No era cualquiera, había participado en pasarelas al igual que en bodas de celebridades o cumpleaños de gente de alto rango.

La delicadeza de sus dedos al capturar cada fotografía era majestuosa. Las yemas de sus dedos se deslizaban por su cámara espléndidamente causando un espectáculo.

No aceptaba cualquier trabajo, gente de alto rango lo llamaban a fechas importantes de su familia o amigos.

Pero un trabajo le había llamado la atención. La familia Regnault lo habían llamado para el cumpleaños de su hijo, Nicholas. Le había causado bastante interés ya que, eran una familia muy rica.

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Sintió cómo algo vibraba en el bolsillo lateral de su pantalón. Agarró su teléfono y vió cómo tenía una llamada entrante.

"Karl"

Deslizó el ícono de llamada y colocó el movil por su oreja derecha.

"¡Hola, George!" 

―Hola, Karl.―Su tono de voz era sin ánimos.

"Quería preguntarte si querrías ir a una fiesta, iremos Wilbur, Quackity y yo"

George suspiró cansado, su amigo siempre le preguntaba si quería ir a algún lugar. Él sí quería ir sólo que algo no se lo permitía.

―No puedo, tengo un trabajo esta noche, lo siento.―Llevó la mirada al suelo, sentía pena por Karl. Todas las noches le preguntaba con entusiasmo si no lo podía acompañar incluso al supermercado, siempre llevándose un no por respuesta.

"Oh...está bien, supongo. Suerte." El castaño cortó la llamada con la voz quebrada. George siempre trabajaba, desde hace más de un mes no salían juntos debido a su trabajo, si seguía así, no soportaría más.

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Se colocó sus jeans holgados, una camiseta azul y unos converse grises. La señora Victoria le había dicho que fuera informal, pues, al ser el cumpleaños de su hijo que cumplía 18 años, no era agradable que todos fueran en traje.

Salió de su hogar siendo expuesto por el rocío de las calles nocturnas de Londres. Leves gotas de lluvia caían por su frente deslizándose por sus mejillas. La punta de su nariz al igual que sus cachetes estaban ligeramente sonrojados.

Un auto de colores amarillos chillones pasó por enfrente de su parada dejándolo plantado, con la cabeza hecha un revuelo y sin sentido.

―¡Hey!―Se paró de su asiento gritándole al auto. Al parecer llamó su atención, el vehículo retrocedió varios metros hacia donde estaba. Se subió rápidamente al auto con los cabellos húmedos, varias gotas de lluvia por su frente e labios.

Se la pasó todo el viaje discutiendo con el chofér sobre su falta de atención. Antes de agarrarse las greñas con el chofér llegó a su destino, entregándole de mala gana su dinero al conductor.