Parte 5, Miseria, la diversión de los perversos

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No sabía como rayos había pasado, ni en que diablos pensaba, pero sin darme cuenta, ya tenía un pie sobre la tierra, me paralicé unos segundos al apreciar el panorama, todo se veía tan, hostil, comenzando por el clima, la vegetación tan monocromática, el lugar tan desértico pues no veía casas, autos, unas carretera o alguna persona cerca, fue asfixiante mirar

Mis lágrimas bajaron con intensidad, miré a mi espalda con pánico y fruncí el ceño al no ver a alguien, "quizás no está aquí", pensé confundida, volví mi vista al frente y me apresuré a caminar titubeante, avancé entre los arboles e intenté seguir un camino hecho por lo que supuse eran autos, sostuve la sábana tan fuerte como pude y me resistí a los vientos crueles que me azotaban con euforia

Caminé por lo que me pareció un lapso de veinte minutos cuando alcancé a ver algo diferente, supuse que se trataba de un portón, mi mente se olvidó de la inestabilidad en mis piernas y me apresuré a llegar ahí, avancé unos metros y me detuve un momento a respirar, sentía que mis pulmones estallarían, el frío era demasiado para mi, mi piel no paraba de sentirse herida con cada ventarrón y mis piernas no hacían mas que temblar y flaquear con cada segundo que transcurría

Me acerqué hasta un árbol de corteza gruesa y me recargué agitada, incluso tosí un poco, decidí que era momento de tomar un respiro y me deslicé hasta quedar sentada en el piso, justo sobre un montón de estróbilos provenientes de un pino, no me molesté en quitarlos, la fatiga fue tal, que el dolor no fue gran problema, solo quería descansar

Mis lágrimas volvieron a aparecer, incluso lloré amargamente, sentí la necesidad de gritar de la impotencia, pero me detuve, sabía que no era momento para eso, tenía que contenerme a pesar de todo

Me impulsé entre gemidos del dolor al ponerme de pie, respiré irregular entre sollozos, me sostuve con una mano de ese árbol y pegué mi frente a el mientras que intentaba calmarme, al final lo logré, me separé de el, respiré hondo y volví a seguir con mi camino con el gesto apretado, en busca de suprimir quejas del dolor

Posé mi vista en el portón y conforme mas me acercaba, mas rondaba la duda en mi mente, "lo mas probable es que esté cerrado, ¿como diablos saldré de aquí?", llegué hasta el y puse una de mis manos en un cerrojo bastante extraño, uno que no pareciera abrirse con una llave, una tarjeta era lo necesario para que es se abriera y lo comprobé minutos después, mi vista seguía puesta en esa extraña marca del portón, cuando un ligero chiflido a mi izquierda me tensó al punto de hacerme saltar y mirar despavorida a mi alrededor

— ¿Das un paseo? — su voz me hizo retroceder aún cuando él se encontraba del otro lado, — descuida, no tienes por que temer — agregó con sus manos alzadas, mi vista permaneció fija en lo que una de ellas llevaba y aprecié un tanto aterrada como fue que él deslizó esa tarjeta sobre la ranura que me detuve a analizar hacía unos segundos atrás

El candado cedió y la puerta se abrió frente a mis ojos, el en ese entonces, nuevo desconocido, entró bajo mi mirada atenta y sonrió "amigable" cuando se hizo a un lado, expresándome sin palabras que pasara

No pude evitar el ensimismamiento, me paralicé en mi lugar, mirando el aterrador parecido que alcancé a encontrar en su rostro con cierto ser despreciable, los mismos ojos, tono de piel, cabello y algunas facciones, no había duda, el tipo frente a mi, tenía algún parentesco cercano con ese monstruo

— No quiero distraerte en esta mañana, de seguro que ya tienes planes — soltó como despedida y caminó a mi lado, pasó de mi y se dirigió hacia aquel lugar del que huí, mi vista le siguió unos segundos y entonces, miré hacia la salida que él dejó para mi, no lo pensé después de ignorarlo y caminé decidida al exterior

El resto del camino no fue muy distinto al de antes, muchos arboles, arbustos, tierra y soledad, me parecía interminable, pero debía esforzarme, entendía que oportunidades como esa, no se me presentarían dos veces, pero fue ahí donde lo escuché, no fue su voz, mas bien un fuerte golpe a lo lejos, no le vi, pero pude presentirlo, se trataba de él

Tua cantante (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora