Toma una foto [BkDk]

Chico talentoso

⚠ ADVERTENCIAS ⚠

• BakuDeku

• Alternative Universe (AU)

• Fluff y smut

• Temas leves de alcohol, acoso y violencia.

Enjoy!

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Las bulliciosas calles de Tokyo son perfectas para encontrar cualquier situación peculiar, miles personas cruzan sus transitadas calles de un lado a otro en sus ajetreados días donde el tiempo no parece suficiente.

Izuku es un joven de 22 años que se dedica a la fotografía, siempre anda paseando con una cámara profesional colgando en su cuello por los parques y zonas transitadas buscando personas o escenarios perfectos para tomar fotos.

Era un hobbie que tenía en las tardes que le daba oportunidad su trabajo de medio tiempo, así ganaba dinero extra, además le gustaba enseñarle la belleza que portan las personas.

Cuando veía a alguien con una cara larga o cansada, simplemente se acercaba a solicitarle una imagen, a veces se negaban, otra veces accedían por el afable gesto de ese pecoso; quien se acomodaba en ángulos extraños y daba indicaciones suaves para escuchar el sonido de la captura y después mostrarle la imagen. Las personas quedaban maravilladas y conmovidas por las fotografías, con facilidad se las compraban.

Izuku porta mucho talento haciendo sonreír a las personas a la perspectiva que daba con su cámara profesional en manos.

Últimamente tenía su rutina en los parques nacionales, otro día iba a los cruces peatonales más transitados, o al subterráneo del metro. Antes de que anocheciera volvía a su departamento rentado.

A la misma hora siempre escuchaba un sonido: Un ritmo fuerte de unas baquetas golpeando tambores y platillos. El ritmo agresivo de una batería haciendo música.

Siempre escuchaba lo que parecía ser el ensayo de una banda, desde las 18:00 a 19:30 horas siempre estaba una batería siendo usada dentro de una cochera cerrada.

A veces lo oía acompañado de una guitarra eléctrica, un teclado y un bajo, incluso una voz femenina cantando, otra veces solo era la batería golpeando con ritmo.

Le daba curiosidad ver de quien se trataba, pero siempre tenía el portón de la cochera cerrada, suponiendo el eco que se generaba en un sitio así le parecía entretenido e incómodo.

Una tarde de cielo naranja en su misma rutina volvía a casa con la cámara colgando de su cuello por el cordón, tarareando con descuido el ritmo que ya memorizaba de la batería, que en esta ocasión estaba sola. 

Había sido un buen día, logró plasmar una bonita foto de una niña albina con su abuelo, también de una pareja que tenía una cita, incluso una chica que le alegró el día con esa imagen perfilada perfecta.

Parecía que la suerte estaba bien plasmada ese atardecer, ya que el sonido de la batería era más fuerte, el motivo era sencillo, el portón de esa cochera estaba abierto. Una cochera que parecía más una bodega, varias cajas amontonadas, un viejo librero con viejos artilugios, en el centro estaba la batería siendo trabajada.

Había un hombre rubio de aproximadamente 25 años agilizando las baquetas con sincronía y golpeando el pedal del bombo con su pie una y otra vez. Lucía concentrado con el ritmo novedoso que estaba armando, Izuku quedó ensimismado mirando tal concentración y apego de ese rubio que jadeaba levemente en sus movimientos, sus ojos color granate dirigidos a los platillos que golpeaba seguido de las tarolas redoblantes.