𝐏𝐫𝐨𝐝𝐢𝐭𝐨𝐫 𝐨𝐥𝐲𝐦𝐩𝐢 𝐞𝐭 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐢 𝐦𝐚́𝐠𝐢𝐜𝐚 𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐭𝐨𝐫 | 𝐰𝐭𝐜

01| Jamie Potter: La niña que vivio

El señor y la señora Dursley, del número cuatro de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran perfectamente normales, muchas gracias. Eran las últimas personas que uno esperaría que estuvieran involucradas en algo extraño o misterioso, porque simplemente no toleraban semejantes tonterías.

El señor Dursley era director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y fornido, sin apenas cuello, aunque sí con un bigote muy grande. La señora Dursley era delgada y rubia y tenía casi el doble de cuello de lo habitual, lo que le resultó muy útil ya que pasaba gran parte de su tiempo estirando el cuello sobre las vallas del jardín, espiando a los vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley y, en su opinión, no había un niño mejor en ningún lugar.

"Parecen personas maravillosas", dijo Hermes inexpresivamente

"¿Quienes son ellos y como están relacionados con Luke?" Pregunto Annabeth con curiosidad, ya que ella nunca les había hablado de ellos

Los Dursley tenían todo lo que querían, pero también tenían un secreto y su mayor temor era que alguien lo descubriera. No creían que pudieran soportar que alguien se enterara de la existencia de los Potter. La señora Potter era hermana de la señora Dursley, pero no se habían conocido en varios años; de hecho, la señora Dursley fingía que no tenía hermana, porque su hermana y su marido, un inútil, eran lo menos Dursley posible. Los Dursley se estremecieron al pensar qué dirían los vecinos si los Potter llegaran a la calle. Los Dursley sabían que los Potter también tenían una hija pequeña, pero ni siquiera la habían visto. Esta chica era otra buena razón para mantener alejados a los Potter; no querían que Dudley se relacionara con un niño así.

"No sé quiénes son esos Potter de los que todo el mundo sigue hablando, pero me siento ofendido por ellos", dijo Percy. Su comentario llevó a Sirius a girarse hacia Luke y mirarla abiertamente.

Luke estaba demasiado ocupada viendo a Thanatos comer unas palomitas de maíz y tratando de aparecerse fuera del Olimpo , pero fue tan directa como siempre. "Ah, Los Potter son mi familia, o bueno, lo eran"

Annabeth y Talia miraron a Luke que estaba tratando de hundirse en el costado de Thanatos. Querían saber más , quería saber por qué ella le había ocultado todo, por qué las había traicionado, querían saber si alguna vez la conocieron de verdad, pero la conocían lo suficiente como para comprender que si le preguntaban, ella no les diría nada.

Cuando el señor y la señora Dursley se despertaron el martes gris y aburrido con el que comienza nuestra historia, no había nada en el cielo nublado que sugiriera que pronto sucederían cosas extrañas y misteriosas en todo el país. El señor Dursley tarareaba mientras escogía su corbata más aburrida para el trabajo, y la señora Dursley chismorreaba alegremente mientras luchaba con un Dudley que gritaba y lo sentaba en su silla alta.

Ninguno de ellos notó un gran búho revoloteando junto a la ventana.

Annabeth y su madre se animaron ante la mención del animal de la diosa, aunque se sorprendieron al verlos en un momento en que normalmente eran animales nocturnos y no tenían nada que hacer en un barrio suburbano de Inglaterra.

A las ocho y media, el señor Dursley cogió su maletín, le dio un beso en la mejilla a la señora Dursley y trató de despedirse de Dudley con un beso, pero falló, porque Dudley ahora estaba haciendo un berrinche y tirando su cereal a las paredes. "Pequeño niño", se rió el Sr. Dursley mientras salía de la casa. Se subió a su coche y salió marcha atrás del camino número cuatro.

Fue en la esquina de la calle donde notó la primera señal de algo peculiar: un gato leyendo un mapa. Por un segundo, el señor Dursley no se dio cuenta de lo que había visto; luego giró la cabeza para mirar de nuevo. Había un gato atigrado parado en la esquina de Privet Drive, pero no había ningún mapa a la vista. ¿En qué podría haber estado pensando?