¡𝗖𝗘𝗟𝗢𝗦! (𝖦𝗂𝖺𝗅𝖾𝗇)

𝗨̂𝗡𝗜𝗖𝗔 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘

𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜𝗡 miraba como Juan se le acercaba cada vez más a Agustín, buscaba todo el tiempo tener contacto con el morocho. Le daba bronca, que necesidad tenía el pedazo de pelo waska de estar tocandolo.

El colorado lo miraba mal, si de por si solía tener cara de culo todo el tiempo, en ese momento era más notable que nunca. Juraba que hasta le dolía la cara de fruncir tanto el ceño.

Luego de aquella especie de entrevista, ya los cuatro se fueron a sus respectivas habitaciones. Juan con Luka y Agus con Valen.

Ya dentro de la habitación Agustín se fue al baño, mientras Valentín lo esperaba en la cama, pensando que podía decirle o como reclamarle lo de Juan, aunque no tenía la culpa el pobre chico de rulos. El no había hecho nada.

— Quemamos a un par allá

Agustín salio del baño sacudiendo sus manos que parecían recién lavadas. Aunque al ver la mirada de su novio se preocupo, siempre tenía mala cara, pero con el solía sonreír bastante. Como si fuera una máscara que se sacaba estando con el.

— Si...

Valentín paso de estar celoso a sentirse inseguro. Y si se iba con Juan? Juan se integraba más fácil al grupo, se juntaba con todos y se llevaba bien con todos.

— ¿Qué pasó Valu?

Se sentó en la cama junto a el y lo miro preocupado, si bien sabía que al colorado le costaba abrirse, siempre intentaba que puedan charlar sobre como se sentía y que no tenga que guardarse.

— Juan anda muy pegado con vos

Agus lo miro dudando, sabía por dónde iba la mano. Valentín no siempre demostraba celos, pero sabía que si los demostraba era porque ya se convertían en inseguridades también.

— ¿Estás celoso?

— ¿Te irías con Juan?

El colorado lo miro con los ojos brillosos, odiaba que el otro lo conozca tan bien y que con solo un par de palabras note que estaba mal.

— Valen, no tenes que dudar. Yo te amo a vos y siempre vas a ser mi todo, no te cambiaría por nada

Los ojos pardo del colo comenzaron a soltar lágrimas, sintiendo una puntada en su pecho. Le dolía ser así, ser tan inseguro y tener tantos problemas, que al final del día terminaban haciendo que se aleje de Agustin y en el proceso lastimandolo.

— A-agus, estoy cansado de s-siempre hacerte mal o molestarte con mis i-inseguridades

El ojiverde lo atrajo hacia su pecho, dandole un abrazo. Odiaba ver a Valentín así, llorando como si fuera un bebé por problemas que tenían solución o cosas que ni siquiera le molestaban.

— Amor, ya te dije que no me molesta que me cuentes tus inseguridades. Si te hacen mal yo haría cualquier cosa para que dejes de sentirte así

Levantó su cabeza, coloco sus dos manos en las mejillas coloradas de llorar, con sus dos pulgares seco las lágrimas que rodaban y caían de a montones por los ojos color pardo.

Valentín quería hablar pero solo salían palabras sueltas, sin poder completar una oración. Se quedó mirando los ojos verdosos frente suyo en un intento de calmarse.

Pasaron varios minutos y el colorado se calmo, ya podía respirar bien y sobre todo las lágrimas dejaron de rodar por sus mejillas, aunque todavía tenía la nariz levemente roja y unos mocos caían.

Agustín lo miro y sonrió, le parecía tierno. Nunca dejaría de decir que sea como sea Valentín se veía lindo, minutos atrás estaba llorando de manera incontrolable sin parar y de igual forma se veía lindo, Giay no creía o no entendía como hacía para verse lindo sea como sea.

— ¿Ya te sentís mejor?

Hablo el ojiverde, acariciando una de sus mejillas que ahora estaban frías. El colorado asintió con la cabeza, acercándose al morocho y dejando un corto beso, que tenía sabor salado. Agus no sabía si era de las lágrimas o los mocos, pero poco le importaba.

El colorado se sacó las zapatillas y se recostó sobre la cama, dandole la espalda a su novio, esperando que este entienda la indirecta cerro sus ojos que ardían por tanto llorar, sintiendo esa puntada en la cabeza y solo queriendo descansar.

Agustín escuchaba los truenos de fondo, indicando que estaba lloviendo. Se sacó también las zapatillas y metió sus pies abajo de la sábana rápidamente.

Estaba haciendo mucho frío, y no había mejor ocasión para dormir una siestita con su novio como está. Se le acercó pegando su pecho a la espalda del menor, haciendo cucharita.

Valen sintió esa calidez que lo hizo relajarse, no entendía como Agustín siempre se encontraba tibio, el siempre estaba con las manos y pies helados, nunca lograba conseguir calor a menos que sea su novio el que se lo proporcione.

Sintió la pierna de Agus pasar por su cadera. Era normal que le pasará la pata, lo raro sería que no lo hiciera. Bajo una de sus pálidas manos hasta la pierna y comenzó con sus cortas uñas a dejar caricias sabiendo que esto relajaba al de rulos.

Sintió la respiración del cuervo calmarse, indicando que se había dormido probablemente. Decidió copiar su acción y concentrarse en dormir, lo cual no le costó mucho.

Estar con su novio le relajaba, le brindaba seguridad y comodidad, lo hacía sentir bien. Los ruidos de los truenos y las gotitas ayudaron, más la calidez que emanaba el mayor haciendo que se le pase cualquier escalofrío que pudiera llegar a tener debido al clima tan bajo.

Fue quedándose dormido de a poco, ya su pecho no tenía punzadas, no sentía ganas de vomitar por la inseguridad y sobre todo se sentía amado y querido por su novio. El cual siempre se encargaba de hacerlo sentir bien, el colorado no sabría que haría el día que se quede sin su novio.

Como siempre la idea me la dio el lindo de mi novio, porque el siempre me ayuda en todo. Aprovecho que toque el tema de mi novio y cuento que hoy cumplimos dos meses de conocernos, lo amo a mi negrito lindo, así que esté fic se lo dedicó barco19 💗