el castaño sonríe mientras mira a sus amigos y compañeros de trabajo jugar entretenidamente en la nieve.
se encuentran en españa, específicamente en sierra nevada; un macizo montañoso, terminando de grabar una de las escenas más difíciles para la película en la que trabajan.
suspira mientras baja la mirada hacia sus propios pies. jamás se imaginó estar en un lugar así, jamás se imaginó que su vida cambiaría tanto y tan de repente, tan solo en unos pocos meses.
está agradecido del nuevo rumbo que tomó, de las nuevas personas que pudo conocer y de las nuevas experiencias que vive día a día.
siente movimiento a su lado, y no hace falta que mire para saber de quién se trata.
—¿estás bien vos?—pregunta blas polidori mientras se sienta junto a él sobre la nieve abundante que los rodea.
—sí, estoy más que bien.—ríe apenas antes de mirar a su amigo.—solo estaba pensando un poco.
—¿pensando en qué?
blas lo mira mientras sonríe, dejando expuestos sus perfectos dientes. no puede evitar el mirar sus labios finos. sabe que probablemente el otro lo notó, pero no le importa realmente.
no le importa porqué sabe que el pelinegro está viendo sus labios también.
humedece sus propios labios agrietados y secos por el frío antes de obligarse a mirar los ojos del otro, encontrándose de lleno con esa mirada oscura que conoce demasiado bien.
y cuando parece que el más alto va a decir algo más, una tercera persona se une a ellos.
—estoy muy cansado.—habla francisco mientras prácticamente se tira sobre su cuerpo caliente.—abrazame juan que tengo frío.
parece no notar el cambio drástico en el ambiente y en sus dos amigos.