𝙁𝙪𝙨𝙝𝙞𝙜𝙪𝙧𝙤'𝙨 𝙃𝙖𝙡𝙛 𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧.
¿𝙈egumi tiene un medio hermano?
𝙇a sangre de dos de las familias más importantes y poderosas del mundo de la hechicería corren por sus venas. 𝙐n prodigio en toda la extensión de la palabra.
¿𝘾uál e...
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Yusuke despertó en cuanto sintió los rayos de sol en su rostro, abrió los ojos lentamente y los froto, la primera vista que tuvo fue la mano de Gojo colgando a unos centímetros de su cara, no supo a qué hora se quedó dormido, lo último que recordaba era a Sukuna molestandolo.
Su mente tenía muy presente el sueño que acababa de tener, un extraño ser que se hacía llamar 'Dios' los había llevado a otro lugar para hacerles unas preguntas extrañas. De todo el sueño lo que más le preocupaba era lo que había descubierto de Fushiguro. Fuera cierto o no, era inquietante.
Duda que algo así haya pasado, pero solo había una forma de averiguar si fue real o no. Sukuna. Él era el único que podía darle una respuesta, él no necesitaba dormir por lo que en todo momento esta despierto y consciente.
Giró su rostro hacia su costado y fue cuando notó el agarre en su torso, Megumi lo estaba abrazando mientras dormía pacíficamente. Pudo notar una ligera tensión en sus facciones, tal vez un mal sueño. Su cabello desordenado y azabache en forma de erizo le dieron unas enormes ganas de tocarlo para descubrir si se pincharia, aunque claro que conocía la respuesta. Por un momento se había olvidado del sueño.
Soltó un suspiro, por el avance del sol, probablemente eran las 10 de la mañana. Con sumo cuidado salió del agarre del pelinegro y se sentó, fue cuando tuvo una imagen más completa de sus amigos. Inumaki se había recostado con Panda y ambos estaban bien acobijados, no pudo evitar la ternura que le dio al verlos, sin duda él quería estar entre ambos.
Del otro lado, Yuuji tenía brazos y piernas extendidas y ocupaba un gran espacio, se notaba que estaba durmiendo bien debido a sus ronquidos, a demás, parte de la cobija solo cubría su pierna derecha y había baba bajando por su mejilla. En resumen, era un desastre.
Nobara y Maki estaban abrazadas, muy abrazadas tanto que Yusuke llegó a cuestionarse como habían llegado hasta eso. Se levantó y buscó su teléfono en la mesita de la televisión, prendió la cámara y les tomó una foto a todos.
Se paró junto del sofá para ver a Gojo, apenas y cabía en el espacio del sillón ─El precio que tenemos que pagar los altos─ pensó mientras reía y le sacaba una foto, no sabía cuándo podría necesitarla.
Le alegraba de cierta forma que Gojo estuviera durmiendo bien, lo notaba por su respiración tranquila. El albino solo podía relajarse cuando iba de visita y claro que lo entendía, el departamento que poseía era muy frío y sombrío, al menos ahí podía tener un poco de compañía y sentirse seguro de desactivar el infinito.
Ya con sus travesuras hechas, fue a la cocina a avisar que estaba despierto y que prepararán el desayuno, apostaba a que los demás no tardarían en levantarse y probablemente con mucha hambre.
Se dirigió al comedor tradicional y se sentó en la parte que daba al jardín del centro del complejo, mirando el pequeño riachuelo que había junto con los enormes peces, habían crecido bastante desde hace alguno meses.
