𝐌𝐋 | Levantó ligeramente su mentón y sus ojos se encontraron con los míos con determinación. Tomé una nota poco profesional sobre cómo el color azul cristalino brillaba a la luz, casi como el sol que brilla en el océano danzante. A pesar de ser un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sostenía el teléfono junto a mi oreja mientras le explicaba a mi jefe cuál era mi situación actual. —Dijeron que todo sucedió muy rápido y que no tienen idea de quién estuvo involucrado—, suspiré mientras apoyaba la espalda en la silla del hospital junto a la cama de Jackson.
El sonido del pitido que señalaba sus signos vitales, había estado desfilando por mis oídos durante las últimas horas. Actualmente se encontraba en coma con un tubo en la garganta. Los médicos dijeron que no están seguros de si sobrevivirá o no, al parecer sólo el tiempo lo dirá.
—Siento mucho que tengas que pasar por algo tan trágico como esto—, me consoló Kenobi, su voz impregnada de simpatía. —Tómate el tiempo que necesites y espero que todo salga bien.
Sonreí, agradecida de que comprendiera que probablemente tendría que tomarme un par de días libres. Con los padres de Jackson en otro estado por negocios -están tratando de volar de regreso-, tengo que quedarme para tomar todas las decisiones sobre su cuidado. —Gracias, Doctor Kenobi—, le agradecí y estuve a punto de colgar, pero me detuvo antes de que pudiera hacerlo.
—Espera, antes de que te vayas, quería preguntarte algo sobre tus notas.
¿De verdad, en este momento?
—Claro, ¿qué quieres saber?—, pregunté en lugar de decir lo que realmente pensaba, por miedo a sonar grosera.
—Se trata de las notas sobre una lesión en la cabeza de Anakin—, y al instante supe de qué estaba hablando; la extraña marca en la sien de Anakin, o debería decir sienes. Noté otra en el otro lado mientras se marchaba ayer. —¿Dijo algo al respecto? ¿Algo en absoluto?
Mi mente se dirigió a su negativa a responder a la pregunta al respecto, así como a su negativa a responderme sobre su extraño estado el otro día. Creía firmemente que ambos incidentes estaban relacionados de algún modo, mi instinto me decía que lo estaban. Aunque no tenía pruebas, ni ninguna teoría por ahora, no había podido investigar todavía.
Y no sé por qué, pero había una voz advirtiéndome que tuviera cuidado con lo que iba a decir a continuación y esa voz sonaba como la de Anakin. Miente: —No, no realmente, supuse que se había golpeado la cabeza o algo así.
—¿Eso es todo?—, volvió a preguntar con voz seria. Arrugué las cejas ante la sospechosa cantidad de urgencia con respecto a este tema.
—Sí, señor—, le aseguré, haciendo todo lo posible por sonar lo mas convincente. —Eso es todo, no estaba tan hablador como de costumbre—, remarqué.
—Bueno, está bien entonces, sólo quería asegurarme de que estaba bien—, su voz volvió a sonar alegre. —Mantenme informado cariño, hablaré contigo pronto.
—Por supuesto—, colgué el teléfono con un suspiro y volví a guardarlo en mi bolso. Su comportamiento era un poco extraño y tomé una nota mental para volver a este rompecabezas más tarde. Pero ahora mismo, mi atención estaba en otra parte.
