Una chica, de nombre Yukiho, no recuerda quién o es o cómo llegó a un enigmático lugar. una increíble ciudad y mundo aparentemente digital en su totalidad, dónde ella y más chicas pueden convertirse en chicas mágicas. Contrario a ser una fantasía he...
Un mundo blanco cadente de alguna forma de vida se extendia ante los ojos de una confundida chica. Talvez era impresión suya, pero el mundo y habitación en los qué yacía despertando le resultaban extraños. La chica se levantó y merodió por los alrededores de aquella habitación.
- ¿Qué hago aquí? - Preguntó la chica de cabellos verdosos.
Ella era incapaz de recordar algo de sí misma. Talvez había sido un golpe tan estremecedor el que la había dejado sin recuerdo alguno de su persona, sin embargo, la confusión aumentó cuando la mente de la chica empezó a aclararse y cayó en cuenta de la extrañesa de lugar en la que yacia caminando sin rumbo fijo.
- ¿Cómo llegué aquí? - Fue lo único qué salió de su boca antes de golpearse con algo. Era una pantalla.
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Tras abrir los ojos otra vez, esta estaba ahora en un lugar más colorido. La mejor definición de aquel enigmático lugar era un conjunto de colores, tal y como si un niño hubiera mezclado todo un tarro de pinturas y estas hubieran dado como resultado una amalgama de colores. Ante ella apareció dicha pantalla que llevaba un titulo.
"NUEVA USUARIA INGRESADA. POR FAVOR, INSERTE SU NOMBRE"
- ¿T-Tengo un nombre? - Se cuestionó la chica.
Tras tratar de pensarlo, un pequeño dolor de cabeza la invadió. Era la voz de una mujer la que se hacia presente desde los más oscuros rincones de sus recuerdos. "¡Yukiho!" Repetía incansablemente dicha voz casi irreconocible para la muchacha, quien, en ese instante tomó a ese nombre como su supuesto nombre verdadero.
- ¿Y-Yukiho? - Preguntó nuevamente para si misma.
La chica ingresó su nombre cómo pudo en aquella extraña pantalla.
"YUKIHO, BIENVENIDA".
- ¿Cómo? - Tras preguntar eso, la chica fue lanzada desde lo alto. Un tubo la llevaba por rincones de una ciudad desconocida para ella. Era una ciudad futurista pero que de lejos se notaba que no era una ciudad de nuestro mundo, no era para nada algo que podría encontrarse incluso en el Japón moderno.
¡Sas! - La chica cayó del tuyo y se golpeó levemente. Al tratar de levantarse se dio cuenta de una peculiriadad. ¡La ciudad estaba habitada sólo por chicas! O eso parecía. Chicas, en su mayoría de su misma edad la miraban con asombro y algunas susurraban algo. No le dio mucha importancia, pues se sentía rara pero acostumbrada a eso.
- ¿Será que en mi vida pasada era así? ¿Me acostumbraba a las burlas de las demás personas? - Se seguía preguntando la muchacha mientras caminaba revisando la ciudad. Un gran letrero apareció.
