El corazón late desesperado, la respiración agitada y la insoportable sensación de desrealización en el cuerpo...
De vuelta en la guarida de Los Noctámbulos, Swiss espera ansioso; las manos le sudan y tiemblan ligeramente mientras aguarda con una expresión seria, sentado en la misma silla que usará para torturar al hombre.
—Ya que eres nuevo en esto, puedo darte algunos consejos... si quieres —sugiere Ifirt al entrar a la habitación.
—... Adelante —responde el moreno, sin mirar a su contrario.
—En primer lugar, no te preocupes si sientes que te cuesta. Al principio siempre es así, luego te acostumbras...
El contrario no lo escucha; está tan concentrado en no pensar en nada y simplemente actuar...
—Recuerda, al momento de hacerlo, no los debes considerar personas. No te sientas mal por lo que hagas.
—Sí... lo sé.
—¡Ah!, y otra cosa, trata de no manchar mucho el lugar. No quiero tener que limpiar después...
—Sí...
—¡Bien!, ahí te dejo.
Ifirt se retira de la habitación y un momento después, se escucha llegar a Aether y su grupo. Ifirt los recibe preocupado, encontrándose con uno inconsciente y los otros tres golpeados.
No tardan en llevar al hombre que atraparon a la habitación donde se encuentra Swiss, quien instantáneamente se queda paralizado, pensando en todo lo que está a punto de pasar en esa oscura habitación.
—Aquí lo tienes —añade Aether después de atarlo en la silla y antes de abandonar la habitación, algo apenado por ver así al moreno.
Swiss se queda mirándolo fijamente, intentando aceptar la idea de lo que tendrá que hacer en cuanto el tipo despierte. Está sentado en la esquina de la habitación y se le hace un poco difícil respirar. Pasan las horas y la ansiedad y el miedo no se van, solo aumentan en picada mientras intercambia una mirada ilusoria con el hombre dormido frente a él.
Sodo, por otro lado, despertó hace un par de horas. Apenas se levantó, fue a visitar a Celin al hospital. La mayor sigue sumida en un profundo sueño y Aurora está dormida en el sofá. La habitación se siente cálida en comparación con el resto del hospital. Al entrar, una oleada de alivio y dolor invade su pecho, y las lágrimas se dejan fluir con libertad.
Ver así a esta mujer le provoca demasiado. Se sienta a su lado y apoya su cabeza sobre el regazo de Celin, humedeciendo levemente con sus lágrimas las sábanas de ese característico aroma clínico...
—Perdóname..., por favor, perdóname Celin...—Susurra entre sollozos, acariciando con suavidad el cuerpo inerte y las manos cálidas que alguna vez le abrazaban, consolando su llanto.
—Sé que te prometí que lo arreglaría antes de que todo se arruinara...—Explica en voz baja, a punto de estallar.
—¡Lo siento tanto! —Truena su voz en un llanto profundo, liberando la voz, las lágrimas y el dolor; despertando a la mujer que dormía en el sofá.
—Sodo...—Se escucha una voz femenina acercándose al castaño, las manos suaves y cálidas empiezan a acariciar su espalda con cariño...
—¿Qué haces aquí...? ¿No deberías estar con Swiss y Copia...?
—No puedo... no sirvo para eso...—Intenta explicar entre lagrimas y sollozos, con la voz quebrada y entrecortada.
—Cariño... ¿Qué fue lo que pasó?
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Contrapuntos del Corazón (Sodo x Swiss- ghost band)
RomantizmSodo, un talentoso guitarrista, se encuentra atrapado en un oscuro mundo de violencia y crueldad cuando una noche, en medio de una fiesta, se ve involucrado en una situación peligrosa. Con su mejor amigo, Rain, fuera de su alcance emocionalmente, y...