Novela escrita para participar en el Open Novella Contest 2024
Broté de mi crisálida mucho después que los demás, justo cuando mis padres, desolados, ya creían que no quedaba nada para ellos, por esa razón me llamaron Mora: la que siempre va en retraso, marcando así, mi impuntualidad.Es por ello que he estado llegando tarde a todo durante los últimos dieciocho años. He llegado a creer, incluso, que mi cronómetro interno está roto, pero es blasfemo y de solo pensarlo se me erizan los vellos del cuerpo. Tamis podría decapitarme solamente por eso.
Un hada rota no entra en su reino. Su hermoso reino lleno de control, donde el tiempo es perfecto y absoluto. La relatividad no tiene cabida dentro de nuestra dimensión. Vivimos tal cual nuestro lema: Hic et nunc.
Dentro del aquí y el ahora, soy una torpe hadita idiota que llega tarde, y no una falla del sistema que se debe desechar.
Desde la creación del universo, las tres dimensiones del tiempo, Eternidad, Efimeridad y Estaticidad, fueron reinadas por Tempus, el padre tiempo. Correcto, práctico y preciso. Pero desapareció hace ya un siglo dejando a cargo de nuestra dimensión a su hija Tamis que gobierna con puño de hierro y crueldad, nada puede escaparse de su control, no debe existir ningún error. Nadie puede usar la magia fuera de su horario laboral, ni para ningún otro fin que no sea mantener girando las manecillas del reloj. Con más de mil hombres en su ejército del dolor nadie se ha atrevido a hacerle frente.
—¡Mora! —el grito agudo me saca de mis pensamientos —¡Mora! —se vuelve a escuchar.
Mi madre entra en la pequeña habitación. Su rolliza y sonrojada cara deformada por una expresión de molestia.
—¡Vas a llegar tarde otra vez, Mora! —exclama al verme frente al espejo.
—No es posible, si tengo tiempo de sobra —digo restándole importancia con un gesto de la mano. Ella me observa como si de repente mis alas hubiesen comenzado a cambiar de color.
—Cinco minutos no es tiempo de sobra.
Mumuro una maldición, porque simplemente no es posible, aún me quedaba una hora entera.
—Otra vez divagando dentro de tu mente. Mora, no pones atención al tiempo. No pones atención a lo que está a tu alrededor. Ésta actitud te va a llevar a la guillotina.
Otra vez la charla. Aquí vamos de nuevo. Todo el tiempo lo mismo: Mora, estás dentro de tu mente. Mora, devuelvete al presente. ¡Mora, hic et nunc!
Suspiro.
—Me voy ya, así no me retraso más.
Mi madre me da un abrazo de despedida y me desea suerte. Es mi primer día de trabajo como relojera en el Salón de los Tiempos. Junto con la comisión de engranaje, estoy designada a marcar las horas del reloj número trece.
Tal vez alteré un poco las pruebas, o tal vez sólo las interpreté mal, el punto es que estoy dentro de una comisión que lleva el tiempo.
Sí, ese tiempo que es preciso y exacto, ese tiempo que está controlado por una reina tirana que ante el más mínimo error hará que me corten la cabeza.
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Nota de la escritora:
¡Hola, personitas del mundo! Aquí la introducción de Los Herederos del Tiempo historia creada para el ONC2024 bajo el disparador número 13 🥰 espero les guste lo que voy creando poco a poco y me acompañen en este reto.
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Los Herederos del Tiempo #ONC2024
FantasiaDisparador: 13. Dice la leyenda, que, en cada reloj, existe un pequeño ser mágico encargado de mover las manecillas y los engranajes del tiempo. ¿Pero qué pasaría si uno de ellos, el más torpe en su especie, no pudiera controlar la magia y causara...