Capítulo 12

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Camine hacia la salida, sintiéndome algo adolorida. En la puerta, me esperaban mis abuelos, Snape y Hagrid, cada uno con una expresión de orgullo y alegría en sus rostros.

—¡Excelente, mi niña, lo lograste! —exclamó mi abuela, abrazándome con fuerza.

—Sabía que lo lograrías, pequeña Lex —dijo Hagrid, radiante de felicidad.

—Tenía mucho miedo, pero lo logré —respondí con una sonrisa de alivio.

—Lo hiciste excelente —apuntó Snape, expresando su reconocimiento.

—Sin su ayuda, tío Snape, no lo hubiera logrado —agradecí abrazándolo con gratitud.

—Eres igual a tu madre, hija, valiente y fuerte —comentó mi abuelo, con admiración en su mirada.

—Cariño, vamos, necesitas que Madam Pomfrey te examine —insistió su abuela, preocupada por su bienestar.

—Abuela, estoy bien, solo son raspones —intente tranquilizarla.

—Sí, raspones que necesitan ser limpiados o se infectarían —advirtió mi abuela.

Caminé hacia la tienda, observando los cubículos que la dividían. A través de las telas, pude distinguir la sombra de Cedric, quien no parecía estar gravemente herido. Quise acercarme para asegurarme de que estaba bien, pero en ese momento Madam Pomfrey se acercó a mí.

—¡Mi niña linda, qué bueno que estás bien! Déjame revisarte —dijo con un tono maternal y preocupado.

—Estoy bien, Puppy, solo son raspones —respondí, intentando calmar su preocupación.

Puppy tomó unos frascos con un líquido azul y lo untó en un algodón. Con un hechizo, las vendas flotaron y se adhirieron a mis heridas.

—Quédate sentada un rato, cariño. Después podrás salir —me indicó con amabilidad, asegurándose de que estuviera cómoda.

Puppy salió de la carpa y después de eso me pare para acercarme a cedric quería saber como estaba y hacer las pases pero justo antes de hablarle entraron mis amigas.

—¡Lex, has estado genial! —dijo Hermione, abrazándome con entusiasmo.

—Charlie estará orgulloso de ti, como todos los demás —añadió Ginny, con una sonrisa radiante.

—Lo hiciste increíble —comentó Luna, con su característica calma.

Les agradecí con una sonrisa sincera, realmente contenta de tenerlas ahí conmigo. Sin embargo, mi atención se desvió hacia la puerta, esperando que Harry entrara.

—A quién buscas, Lex? —preguntó Hermione, notando mi distracción.

—¿Has visto a Harry? —pregunté, buscando entre ellas.

—Está en la sala común. Todos los demás te esperan allí —informó Ginny.

Una oleada de emoción me invadió al pensar en reunirme con todos. Sin embargo, mi atención se desvió nuevamente cuando entraron Blaise, Draco y Theodore, seguidos de cerca por Matheo, quien se mantuvo un poco alejado.

—Lex, lo has hecho increíble, fuiste la mejor. Estoy seguro de ello —expresó Blaise, abrazándome con energía.

—Vas a lastimarla, Blaise —intervino Draco, con un tono ligeramente molesto.

Agradecí a Blaise con emoción por sus palabras, y luego Draco agregó: —Lo hiciste increíble, y Blaise tiene razón, eres la mejor.

No pude contener una sonrisa al ver a Draco expresando halagos, lo que era una rareza. Mis amigas parecían un tanto confundidas por la situación, pero para mí, ver a Draco expresando felicidad siempre era un momento especial.

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⏰ Última actualización: Feb 04 ⏰

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