Arcane - Amor Y Odio

- Ser Otra Kiramman más ¿o?

Al día siguiente Caitlyn se encontraba yendo hacia la casa de sus padres. Como todos los desayunos su comprometido iba a desayunar. No sabía qué hacer, si decirle la verdad y terminar con él o seguir. En las dos opciones alguien sale lastimado. Y en esas dos opciones en una seré feliz y en la otra solo seguiré con mi vida fingida.

Tenía una discusión interna, Marcel no era mal hombre y me había tratado bien y no lo quiero lastimar pero si sigo con esta farsa solo me lastimaré a mí, a él y a Vi. Pero ¿cómo lo voy hacer?

Me encontraba tocando el timbre de la mansión Kiramman, mi antiguo hogar. Recordé todas esas escapadas que hacía a media noche con Vi para ver las estrellas y hablar un rato.

La puerta se abrió mostrando a Tobías. El señor recién vio a Caitlyn la abrazó, un poco preocupado, como el tanto Marcel le tenían el celular explotado.

Al entrar y ver la muy expresiva cara de mi madre decidí solo sentarme y esperar a que sirvieran mi plato. Mi madre me miraba buscando explicaciones de él porque me desaparecí y "no pude cumplir mi labor como buena pareja de atender las necesidades de mi comprometido", lo mismo siempre.

Marcel llegó y al verme rápidamente puso cara de pocos amigos. Yo solo rodeé los ojos, sentía como todos estaban exagerando. Fue solo una noche y fue por motivos laborales hasta que llegó, Vi.

El desayuno fue incómodo, no sabía qué hacer o qué decir. Todos menos mi padre me estaban asesinando con la mirada. Mi padre intentaba tener una conversación pero no lo lograba. Al terminar iba a pararme e irme pero mi madre habló.

—¿Dónde estuviste? Todos estábamos preocupados— dijo bastante seria.

—Asuntos laborales, ¿cuáles?— pregunto Marcel.

—Es una investigación confidencial— dijo secamente.

—Es mejor que te acostumbres, seré tu esposo— dijo en todo posesivo.

—Mi trabajo no está ligado con nuestra relación, y si me lo permiten ya me voy— dijo levantándose de la mesa y dirigirme a mi antigua habitación sin darme cuenta que mi madre me seguía.

—Caitlyn hazme el favor de comportarte— dijo enojada.

—No, madre. ¿Cómo puedes permitir que me hable así?— dijo frustrada.

—¿Qué te hable como? Va a ser tu esposo, tiene derecho a reclamarte por desaparecer.

—¡Solo fue una noche! Y fue por trabajo— dijo ya cansada de la exageración.

—¡No me subas el tono de voz Caitlyn Kiramman!— dijo igualando el tono que Caitlyn había tomado.

La sheriff se retiró hacia su oficina. Estaba cansada de su madre, su mente y su anillo de compromiso. ¿Sería raro si "La Gran Sheriff De Piltover" se sintiera encarcelada con las manos amarradas.

Estuvo toda la tarde sin hacer nada, la aliviaba pero era aburrido no estar buscando pistas sobre un caso.

—Sheriff— dijo alguien detrás de la puerta de su oficina.

—Pase.

—¿Evan vino a trabajar hoy? No lo veo en ningún lado— dijo Jayce.

—¿No se presentó? No lo vi hoy, pensé que estaría aquí— dijo un poco preocupada.

—Jajaja, mi muchacho ya se encontró a una novia— dijo riendo.

—Lo dudo, se compromete mucho en el trabajo y descuida su vida amorosa.

—Me suena a alguien que conozco, solamente es que tú te dejaste manipular por tus padres para buscarte un esposo.

Caitlyn le dio una mirada bastante enojada y se fue a buscar a Evan. Ella claramente sabía dónde se encontraba.