Capítulo 9

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Narra Ayla

Me despierto desorientada, intento moverme pero no puedo, alzo la mirada y veo mis muñecas amarradas a unas esposas las cuales están amarradas a una vieja cama, miro con atención la habitación donde estoy, las paredes son de cemento, no hay ninguna ventana, la única luz que hay es de una vieja bombilla que cuelga en el techo, hace bastante frío aquí, llevo la mirada hacia una vieja camilla de metal con cadenas, a su lado hay una mesa de metal con varias pinzas, cuchillos y creo que hay algo más pero no llego a verlo bien, Alex no puede estar haciéndome esto, me intento soltar desesperada pero lo único que estoy consiguiendo es hacerme sangre en las muñecas, necesito salir de aquí, necesito ir al baño, necesito comer algo, necesito volver a estar abrazada a Alex, joder necesito que esto sea tan solo una maldita pesadilla. 

No sé bien cuantas horas han pasado, cuando escucho ruidos de cerraduras, llevo la mirada hacia la enorme puerta de acero cuando se abre y miro a Alex, a su lado está también su padre. 

-Alex, sácame de aquí, por favor, tengo mucho miedo. 

-Alex, es mejor que te mantengas al margen. 

Les miro asustada, Alex no habla, apenas es capaz de mirarme, su padre se acerca a mí y agarra mi barbilla haciendo que mi atención vaya hacia él. 

-¿Dónde está tu padre? ¿Por qué te manda a ti? 

-Quiero hablar con Alex. 

-Ya le has engañado una vez, no habrá una segunda vez. Responde mis preguntas y te dejaré ir. 

-Alex, por favor, sácame de aquí. 

-No seas maleducada y habla conmigo, deja a Alex a un lado. 

-No sé donde está mi padre, me abandonó. 

-¿Y vas a hacerle daño a alguien que te ama por un padre que te abandonó? Es tan poco hombre que manda a su hija a matar. 

-Yo no quería hacerle daño. 

-Pero le ibas a disparar mientras dormía. 

-Señor, por favor, le juro que no sabía que Alex era mi venganza hasta que les vi a ustedes. 

-¿Y debo creerte? 

-Es esa la verdad. 

-Voy a tener que hacerte hablar. 

-Papá... 

-Alex, te ha traicionado, necesitamos saber todo lo que ella sepa. 

Su padre coge una llave pequeña de su bolsillo y abre las esposas de mis pies, se acerca a mí y abre las esposas de mis manos, cuando ambas manos están libres, le doy con la rodilla en su entrepierna, se aparta y me levanto de la cama pero me caigo al tener las piernas dormidas, Alex se acerca a mí y me aparto de él arrastrándome por el suelo rompiendo en llanto. 

-Ayla, responde sus preguntas, por favor. 

-Alex, sácame de aquí, vamos a casa. 

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