Historias cortas de la vida de Nakajima Atsushi durante su primer año dentro del orfanato.
(Cuentos de fantasmas)
El orfanato está embrujado.
Chuuya se lo había advertido desde el inicio.
—Manos salen de las paredes después del toque de queda —El pelirrojo estaba sentado con las piernas cruzadas en medio de la habitación con todos sus compañeros rodeándolos, inclusive un par de niños de otras habitaciones se habían colado en la suya para escuchar las historias de terror que ya eran consideradas una tradición en las noches de tormenta—, dicen que son de las almas de quienes murieron —hizo una pequeña pausa, deleitándose de las expresiones de concentración de sus oyentes. Movió la vela de izquierda a derecha— ¡Aquí! —gritó, sorprendiendo a todos, causando un sobresalto y gritos ahogados colectivos.
—¿C-Cómo murieron? —cuestionó un niño de unos seis años con un susurro asustado.
Chuuya sonrió.
—Hace muchos años, antes de que existiera el cementerio sobre el que está construido el orfanato, hubo una guerra ¡sangrienta!
Atsushi estaba ensimismado escuchando el relato de Chuuya con Akutagawa sentado a la par suya. El monstruo había adoptado la apariencia de un niño más, sin destacar demasiado; en esta ocasión, su presencia era bienvenida, ya que le otorgaba cierto toque al ambiente terrorífico de la velada.
—Akutagawa —susurró—, ¿eso de verdad pasó?
—¿La guerra sangrienta o lo del cementerio?
—Uh... ¿Ambas?
El pelinegro cerró los ojos mientras enviaba parte de sus sombras para que escanearan los subsuelos. Se tuvo que concentrar mucho para separar el pasado de décadas atrás con los otros acontecimientos traumáticos que se vivieron en el sitio, porque claro, Nakajima Atsushi solo había preguntado por los datos de la historia que el puberto estaba contando, no había pedido más información histórica.
—Hubo un cementerio, eso es cierto; pero no supe de una guerra sangrienta; si la hubo, entonces es demasiado antigua como para que sus fantasmas sigan aquí.
—¿Entonces no hay fantasmas?
—¿De esa época? No, no hay —Nakajima Atsushi asintió con comprensión.
Atsushi se dio cuenta un par de semanas después de que sí había fantasmas, y se sintió traicionado por la mentira que Akutagawa le había dicho. Aunque desde el principio nunca le mintió, sino que todo se debió a un malentendido.
Ese día había salido del salón de clases debido a su pequeña vejiga, y apenas había terminado de orinar cuando desde uno de los cubículos se escuchó que tiraban de la cadena, el albino no prestó atención a esto, quizás simplemente no se había fijado que ya estaba otro niño dentro del baño.
Un sonido similar a un chapoteo llamó su atención.
—¿Hay alguien ahí? ¿Estás bien? —cuestionó con el entrecejo arrugado. No hubo respuesta. Como no sabía exactamente de dónde venía el sonido y tampoco se veían los pies de la persona por debajo, entonces prosiguió a abrir puerta por puerta.
Detrás de cada una solo encontraba cubículos vacíos.
Atsushi: ¿?
Cuando abrió la última se encontró con un niño pálido como el papel, el agua resbalaba por su rostro y ropa, al sus ojos encontrarse, el niño sonrió más allá de lo que debería ser posible, con sangre deslizándose en medio de sus dientes.
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El monstruo que se esconde bajo la cama -Shin Soukoku
FanfictionAkutagawa es un demonio que se alimenta del miedo y terror de los humanos. Atsushi es un niño que vive en una casa donde la violencia intrafamiliar es el pan de cada día. El monstruo un día se topó con un niño que se esconde debajo de su cama para e...