Draken • Ken Ryuguji

Capítulo 22: Draken.

Nezuko's POV:

-Es mi abuela, debería responder antes de que le de una aneurisma.- Asintió y se dirigió a la puerta, no sin antes ponerse una camiseta.

-Si quieres puedes decirle que te quedas en casa de tu amiga, no me molestaría que te quedaras a dormir.- Una expresión amable se dejó ver en su rostro y yo me puse como un tomate, sin decir nada más ni esperar una respuesta salió por la puerta para que respondiera el teléfono. Lo primero que escuché al otro lado de la línea fue la voz histérica de mi abuela.

-Nezuko, ¿se puede saber dónde estás con esta lluvia?

-Estoy en Shibuya, en casa de mi compañera. Comenzó a llover cuando salimos de la estación y me invitó a resguardarme aquí.- No me puedo creer que esté haciendo esto.

-Oh,- un cambio de tono se pudo escuchar en su voz, estaba sorprendida,-entonces, ¿estás con tu compañera?

-S-sí, estábamos acabando el trabajo que se nos complicó un poco, pero estaba a punto de volver...

-No, no, no, cielo, no te preocupes.- Sus palabras cortaron las mías de golpe.-Quédate con ella lo que necesites. Akira y yo saldremos temprano por la mañana para ver a tu tía, no volveremos hasta el sábado por la noche, si te quedas a dormir allí no olvides venir a por tu uniforme.- Para mi sorpresa no hizo falta convencerla, el simple hecho de que hiciera una amiga era suficiente para que mi abuela me empujase a estar fuera de casa.

-Bueno, si a vosotros os parece bien, me quedaré aquí.- El nerviosismo comenzaba a crecer en mí al darme cuenta de lo que estaba haciendo, por muy bien que saliera.

-Sí, sí, sí, no te preocupes por eso. Pásalo bien y acabad ese trabajo.

-Sí, eso haremos...

-Muy bien, pues buenas noches, hija. Mañana al medio día llamaré al teléfono de casa para ver como estás, ¿vale?

-Vale, abuela, buenas noches.

-Chao.- Colgó.

Nunca, en mi vida, me hubiera esperado que fuera tan fácil convencer a mi abuela, aunque realmente no tuve que hacer ni decir nada... Se convenció ella sola.

La puerta se abrió y apareció Ken por esta, la cerró detrás de él y se apoyó en la misma.

-Al parecer... Mi abuela se convenció a si misma de que tengo que quedarme a dormir con mi compañera, a ver si nos hacemos amigas.- Una sonrisa divertida apareció en su cara.

-Bueno, una pena que yo no me llame Oki.- Me miró vacilón y yo negué con la cabeza, una sonrisa tímida acompañando mi rostro rojo del nerviosismo.

-Entonces... ¿Qué hacemos?- Se acercó a mí, sentándose a mi lado derecho en la cama.

-Me alegro de que te quedes, ya que pedí el curry para los dos. No tardará mucho en llegar. ¿Te apetece ver algo?- Apuntó hacia el televisor y yo negué con la cabeza.

-En realidad, me gustaría saber una cosa.- Asintió de forma que me daba paso a hablar.-¿De dónde viene lo de Draken?- Una pequeña risa salió de él.

-Cuando tenía 10 años conocí a mi amigo Mitsuya, estaba haciendo un grafiti de un dragón en la zona de Shibuya y yo comía un bento de curry, empezamos a hablar, le ofrecí comer y él se acabó todo el bento. Aquel día le dije que ese diseño del dragón sería mío a cambio de la carne.- Señaló a su sien con una sonrisa nostálgica.-Poco después decidí que me lo tatuaría, así que me pegaba con todo el mundo para que me llamaran Draken. Cuando me lo hice, ese mismo año, ni los de secundaria se atrevía a meterse conmigo.- Cuando acabó de hablar se dio cuenta de mi cara de confusión, su expresión cambió a una neutra.-¿Qué pasa?