Al llegar al departamento todas las luces están apagadas, es extraño que Ámbar se haya ido a dormir tan temprano. Enciendo la luz, pero todo está en orden.
-Te veo mañana hermosa-se acerca y deposita un beso rápido en mis labios, a lo cual no puedo evitar sonrojarme.
-Ve con cuidado-digo antes de cerrar la puerta. Dejo mi bolsa en el mesón de la cocina mientras tomo un poco de agua.
Es entonces que empiezo a escuchar ruido en la habitación de Ámbar. Empiezo a entrar en pánico, pero cuando el ruido son risas me tranquilizó. Ámbar estaba con alguien ahí. La puerta de su habitación es abierta y cuando veo a Mike salir sin camisa y atrás Ámbar solo con una camisa larga me sorprendo tanto que él baso que tenía en la mano se resbala hasta chocar con el piso.
Estoy un poco sorprendida, pensé que luego de lo que hablé con Ámbar ella nunca lo perdonaría. Pero supongo que me equivoqué.
-¿Mike?-digo sin poder creerlo.
-Maya. -Sonríe un poco.
-Yo iré, ire a mi habitación.
Camino a pasos rápidos. Tiro mi bolsa en mi cama para luego sentarme. Mi mente se queda en blanco por el impacto. Sí, sé que Mike estaba intentando recuperar a Ámbar, pero nunca creí que de verdad volverían. Tres golpecitos en la puerta me sacan de mis pensamientos. Me daba gusto eso sin duda, si eso hacía feliz a Ámbar, estaba feliz también por ella.
-¿Puedo pasar?-Ámbar habla del otro lado de la puerta.
-Si pasa-gira la perilla y enseguida la veo aparecer, esta vez ya está vestida.
-Lo intentaré con Mike una vez más-dice con preocupación.
-Está bien Ámbar, solo me sorprendí de que hayas vuelto con el justo después de lo que hablamos la otra noche. Pero estoy feliz por ti.
-Aún lo quiero Maya. Es el hombre del que me enamoré desde que tenía quince, fuimos novios por varios años antes de que fuera llevada a ser parte de la mercancía.
-Está bien Ámbar, te apoyo en cualquier decisión que tomes. Sé que Mike es diferente ahora, solo espero te haga feliz, esta vez.
...
Un año paso desde que salgo con Hunter, la relación sin duda se ha vuelto más buena y amorosa entre los dos. Lo quiero, sí, sin duda, lo hago. Quiero todo con él, sí. A su lado me siento segura, respetada y sobre todo muy amada.
La relación de Mike y Ámbar va de lo mejor igual. Él la cuida como si fuera una mismísima princesa, es cariñoso, atento, definitivamente se amaban, de eso no cabía duda con solo mirarlos.
-Melani porfa me traes unas pinzas- Hunter grita desde el patio de su casa.
Hoy nos reunimos aquí para hacer una parrillada. Mike y Ámbar están aquí también como mis amigos y amigos de Hunter.
-Aquí están-Ámbar me las da.
-Voy-salgo de la cocina donde Ámbar y yo preparabamos una ensalada, jugo y otras cosas para la carne que estan asando los chicos.
Al salir todas las carnes asándose al carbón se ven sabrosas y el olor es definidamente exquisito. Se me hace agua la boca de solo persibir el aroma.
Hunter va vestido con una pantaloneta que deja ver sus piernas velludas, una camisa suelta que deja ver sus brazos de piel blanca y encima un mandil. Me gusta esta faceta de él, despreocupado y con el humor saliéndose hasta por sus codos. Mike está riéndose a su lado de algo que Hunter dijo. Me agrada, se lleven bien.
