Amelia HamiltonDespués de las dos semanas ya en este hospital por fin hoy salía.
Y a pesar de que no estaría en la comodidad de mi casa, me hará bien estar con mi padre para así, tratar de recuperar el tiempo.
Hoy es 1 de diciembre, siento que empezare bien el mes y aprovechare estas mini vacaciones de la universidad, también hace muchos años no decoro un espacio que tenga de referente a la navidad,
usualmente estas fechas las pasaba con Jacob de vacaciones o con mis amigos, ya que por la ausencia de mi padre y el echo de que mi madre no este, no me daba ánimos festejar estas fechas de sembrina.Pero ahora es diferente, el echo de casi a ver muerto me hace querer darme otra oportunidad en absolutamente todo.
Excepto el Amor... sin duda será difícil superar una relación de 8 años, y mas en la forma en la que me traiciono, me pregunto si algún día volveré a confiar en una pareja.
En estas circunstancias, lo veo casi imposible.
— Amelia estas lista ya? - Me pregunta mi tía, venia entrando a la habitación ya que estaba firmando los últimos papeles para que me den de Alta.
— Si tía, ¿me podría ayudar a subir? Todavía me cuesta un poco mover la pierna.
— Señalo la silla de ruedas.— Claro linda. Winslow!
— Dice en voz alta y yo la miro con horror.Entra Amadeus a paso firme y voltea a verme, después mi tía sonríe.
— Cariño podrías cargar a mi sobrina, y llevarla hasta la silla de ruedas por favor.
— Si señorita Marie.
Él se me acerca y me toma por las piernas, de un jalón me levanta y camina hacia la silla que se encuentra cerca del balcón, para cuando me deposita en la silla nuestras miradas chocan, y me sonrojo por la pena que me da.
— Hay cariño me alagas ya quisiera ser una señorita!
— Dice mi tía riendo, y Winslow le sonríe.— Créame, los años no se le notan. — Mi tía rebosaba de felicidad, y yo solo me quería ocultar de la pena. — Me permite llevar hasta el estacionamiento a Amelia, por favor.
— Si, por su puesto no planeo intervenir en tu trabajo, mientras pasare al tocador.
Salimos de la habitación, para dirigirnos al elevador, cuando entramos él se acerca a picar el numero correspondido y regresa a mi lado.
— Y usted, ¿se quedará con nosotros en la mansión?
— Hablo después de unos dos minutos de silencio.— Si, debo estar siempre en cualquier lugar en realidad, con usted claro esta. — Dice cerca de mi nuca.
— Gracias... me pone más tranquila, el saber que tengo a alguien que vela por mi día y noche.
— No tiene que agradecer, enserio señorita es mi trabajo lo hago por su padre.
Winslow me ayuda a subir al carro, el se subió a la parte del conductor y otro señor que me imagino era de seguridad, también se subió de copiloto y unos minutos después mi tía llego y sentó conmigo en la parte atrás.
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La Herencia Hamilton
RomanceAmelia Hamilton, a lo largo de su corta vida ha tenido que sobrellevar la carga de ser una heredera, de la mejor empresa de autos en todo Estados Unidos. Amelia tendrá que dar la cara por el patrimonio que le corresponde, ya que habrá personas que...