Almas Gemelas

1| ¿Sabes lo caro que salió esto?

El corazón me late a mil por hora, no puedo creer lo que estoy a punto de hacer, parezco un idiota haciendo fila aquí. ¿Quién en su sano juicio se declara de esta forma? Bueno, supongo que no estoy en mi sano juicio.

En mi defensa, esta forma de declararse al menos es original y no me voy a parar frente a él en la escuela con una cartulina que diga «¿Quieres ser mi novio?» y música de banda sonando en el fondo, tampoco se trata de hacerlo pasar vergüenza. 

Aunque, pensándolo bien, ¿qué hago aquí? Ya me arrepentí. ¿Estoy a tiempo para salir de aquí?, miren esos precios, todo está muy caro, pensándolo mejor, la cartulina sale mejor y más barata. 

—Buenas tardes, ¿qué va a ordenar?

No, ya estoy muy tarde para salir de aquí. 

Maldita sea, todo esto es culpa de sus amigos. Si no hubiera visto a su bolita de amigos comiendo KFC en la hora de comida, no estuviera aquí. 

—¿A cuánto sale el de ocho piezas?

—Ese tiene un precio de 259 pesos, vienen únicamente las piezas. 

—¿Te da de comer en la boca o qué? —Me quejé, la muchacha que me estaba atendiendo me miró de mala gana. 

—¿Disculpe? —Preguntó ofendida.

—No no, nada, deme ese por favor.

No tardaron mucho en entregarme lo que pedí, por alguna extraña razón el lugar estaba muy vacío, aunque no me quejo, eso me beneficia. Pagué mi compra y salí del lugar. 

La casa de Paul, el chico que me gusta, de hecho queda un par de cuadras de aquí, entonces no tengo problema con ir hacia allá con el bote de pollo en mis manos. ¿Hay algo más romántico que declararte con KFC?, no lo creo. 

Bueno, declararte con KFC y un gatito es más romántico, ¿dónde puedo conseguir un gato en este momento?

Ah, ya estoy frente a su casa, no me dio tiempo de buscarlo. 

Okey, Jack, te preparaste por meses para esto, no puedes cagarla ahora mismo. 

Aunque, si lo pienso bien, estoy a tiempo de regresar a mi casa y comerme el pollo con mi mami. Sí, esa suena como una mejor idea.

—No seas un cobarde —Murmuré para mí mismo y toqué un par de veces la puerta. 

Pude ver por la ventana como Paul se asomaba, le saludé con una sonrisa. Pronto me abrió la puerta. 

—¿Qué haces aquí? ¿Teníamos un trabajo en equipo o algo?

Negué con la cabeza. 

—Iba pasando por aquí y quise pasar a saludar —Respondí, él me miró confundido.

Mi corazón de nuevo está latiendo rápido. A este paso, me va a dar un paro cardíaco, no quiero morir ahora. 

—Jack, tu casa queda justo al contrario de la mía, ¿por qué estuvieras pasando aquí? —Preguntó, de mala gana. Tragué saliva.

—Yo... yo quería decirte que me gustas —Mencioné—. Eres muy guapo, además eres inteligente y tienes una risa muy linda. Me gustas.

—¿Qué?

—... ¿Mordido un perro?

Ya me arrepentí, prefiero que me de un paro cardíaco.

No respondió, eso me puso aún más nervioso. Solo se me quedó mirando de mala manera, de forma muy juzgadora, como si me estuviera matando de siete formas diferentes en su mente. No me quedó de otra y extendí la cubeta de pollo hacia él.