¿Y ahora qué?
"Estas personas son increíbles" pensé.
Estaba en el receso con Danae, Julia, Maria y Martín. Hablábamos sobre el proyecto de español que se entregaría la semana que viene.
-La verdad la profesora Isabel se pasa, mira que darnos una semana para juntar la antología y que además expongamos, es molesto. - Hablo Maria.
Además, creo que no iré a entrenar esta semana, quiero sacar una buena nota en este proyecto. - dijo Danae.
Danae jugaba en un equipo de Basquetbol, el equipo era buenísimo jugando. Espera verlos jugar algún día.
La verdad es que el tiempo no es justo ¿No creen? - dije.
-Preferiría que me diera mínimo 15 días para hacer el trabajo. - dijo Julia.
-¡Sigue soñando! - hablo Danae.
Julia río. La profesora Isabel nos había dado clases desde el primer curso.
Se conocía por ser estricta y perfeccionista. Yo nunca pasaba del nueve con ella.
La relación con Martina la intentamos recuperar, volver a ser mejores amigas, pero ya no sentía lo mismo, quería estar con otras personas. Lamentablemente habíamos perdido la conexión.
Era un viernes, estábamos sentándos en la plaza de la escuela, sentada en un rincón de la misma estaba Sara, una compañera del salón que muy rara vez hablaba en clases, era tímida, su mejor amiga (según veia) era Katia (con quien me llevaba de maravilla, ella me indujo a leer libros y se lo agradezco) pero se fue por el paro de labores a estudiar a otra escuela.
-¿Por qué no la invitamos a venir con nosotros? Sara es simpática, vino con nosotros el día de Valentín a mi casa. - dijo Danae.
-Deja la llamo- hablo Julia. - ¡Saraaaa! - ella volteo disimuladamente para ver quien la llamaba.
-¡Ven¡-le dijo a Sara.Se levantó y camino despacio hacia nosotros.
-Hola- dijo en voz baja.
-¿Por qué estás sola? ¿Quieres estar con nosotros? - hablo Maria.-No estaba sola. Estaba leyendo- mostró el libro de Eclipse-.
-¿Te gusta la saga de Crepúsculo? - pregunte.
-Soy fanática. - contesto Sara.
Seguimos hablado cambiando de tema constantemente ya que una cosa nos llevaba a otra.
El tiempo demostró que hay personas que vale la pena escucharlas, cada palabra, cada segundo y aun te parecen fascinantes.
Con el tiempo que pasaba, nuestro grupo de seis fue bajando a cinco y de cinco a cuatro.
¿Qué fue lo que nos separó? Problemas. Acusaciones. Mentiras.
Jamás nos podremos librar de ellas ni siquiera en lo que respecta a una amistad.
¿En donde estaremos seguros?
Había una incógnita más.
¿En quien puedo confiar?Después de lo que paso con las chicas no puedo confiar en una persona. Desearía cambiar la inseguridad que hay en mi al hablar de amigos.
Tal ves no hay manera de descubrir quien es bueno y quien es malo. Y no voy a correr el riesgo.
Pero cuando veo a estas tres chicas siento que pueden cambiarme por completo.