Capítulo 25

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El día finalmente había llegado, todos estaban preparándose, su equipamiento estaba listo y para ellos ese día marcaba un antes y un después en sus vidas, finalmente estaban siendo la organización que habían anhelado, se vistieron con elegancia, las camisas blancas representaron la clase de enemigos que eran, pulcros y representativos de el peligro con los pantalones negros holgados que les permitían ser quien eran, estirando las piernas para huir del peligro. Todos estaban listos, máscara en rostro, AK en espalda, chaleco puesto y el fervor de la situación en el corazón; faltaba uno de ellos.

Gustabo se miro al espejo, por supuesto que ese no era el, no importaba la ropa que llevara, en sus ojos podía notar que se había transformado en lo que tanto temía. El no cubrió su rostro con máscara, lo maquillo y es que no necesitaba ocultarse, de momento, simplemente estaba siendo el mismo, pero en otra versión, se colocó un pasamontañas, porque tenía ideas en mente, después dejaría verse. Salió de su habitación para dirigirse a la sala en donde todos lo esperaban, le entregaron una AK, su radio y su respectivo chaleco antibalas, se montó en una furgoneta junto con Yun, ambos irían solos, otros dos se fueron en helicóptero y Armando se adelantó junto con otro compañero en otro auto, Juanjo fue detrás de ellos en otra furgoneta.

—Xiaomi, llegaremos a la zona en 10 minutos.

—¡Es nuestla señal señores!

La furgoneta arranco y cada uno salió de lugares diferentes para dirigirse a la ciudad, Gustabo estaba concentrado en el camino y vigilando a su alrededor, la radio le alertó y llevo su diestra a esta para responder.

—Gustabo, necesitamos un nombre clave, ¿Como te llamamos?

—. . . Pogo.

—De acuerdo.

Volvió el silencio y sentía la mirada de Xiaomi, pero se inmutó a mirarlo, estaba concentrado en su camino, la furgoneta se detuvo y las sirenas de patrulla se escucharon, era el momento. Retiro la AK de su espalda y se preparó para la orden, una patrulla paso cerca de ellos y se detuvo en cuanto la segunda furgoneta le cerró en paso, Xiaomi se bajó y lo siguió, de la patrulla bajo un comisario, un alumno y quien menos se esperaba, Conway.

—¡Levanten las putas manos!—Gritó Xiaomi apuntando a los tres, Gustabo de igual modo apunto.

—¡Escuchadme! Llevarme a mi, dejen ir a mis compañeros.—Conway levantó las manos y se puso delante de sus compañeros.

—¡Suban todos a la puta fulgoneta! ¡Mueve el culo viejo! Pogo llévate a este.

Xiaomi tomo del hombro a Ivannov, lo conocía muy bien y lo tomo del hombro también para que subiera a la furgoneta, subieron a Conway en la otra y ellos se llevaron al alumno y al comisario. Debían irse rápido, subió detrás de la furgoneta y les retiro los radios y los teléfonos a los oficiales, les ato las manos y espero a que llegarán al lugar destinado, miraba de reojo a ambos, no sabía que planes tenían sus nuevos compañeros, pero tenían a Conway y le inquietaba un poco, no sabía si lo matarían también, no estaba en los planes que lo secuestraran también; pero ya que estaban allí, que mejor que ser el quien acabará con él, su sonrisa se enmarcó en la tela del pasamontañas que llevaba puesto y dejo su dedo índice sobre el gatillo de la AK.

Entraron a zona lejana, observó por la ventanilla de la furgoneta el helicóptero y a los demás esperándoles, se detuvieron y abrió las puertas del auto para sacar a los oficiales, observó que llevaron a Conway primero y lo dejaron de rodillas cerca de una avioneta abandonada, se mantuvo detrás de los demás en todo momento, los tres oficiales estaban en línea mientras todos apuntaban.

—Que sorpresa, el superintendente también decidió visitarnos.

—¡Escuchadme hijo de puta! Voy a acabar con vosotros, vais a comer mierda todos, ¡Desatame! Ten huevos y arreglemos esto como los hombres, si es que tienes cojones.

Nadando soltó una exhalación. —Ya verás que antes de que intentes algo, estarás muerto.

—¡¿Qué es lo que quieren?! Si me quieren a mi, mátame de una vez, pero deja ir a mis compañeros.

—Oh no, tu estás reservado. Ya lo verás.

Xiaomi se hizo presente y se acercó a Conway para reírse en su cara, camino entre los tres y se detuvo frente al alumno, lo miro de pies a cabeza y se alejó de el para apuntarle. —¡Este' plimero! A mi señal señores.

—No, no, no, ¡Gonetti! ¡Hijos de puta!

—¡Ya!

La ráfaga de disparos resonó por todo el lugar abandonado, el aroma de la sangre se expandió, el líquido carmín ensució el suelo y parte de la ropa de Conway, quien presenció con horror y grito con todas sus fuerzas para ser escuchado, pero todo fue en vano, se puso de pie como pudo y se paró frente a su comisario, no podía presenciar otra muerte, los disparos de detuvieron y eso le dio un poco de calma, no podía mirar al suelo, se negaba ver a otro nombre caído.

—Nadando, quita al viejo.

—¡No por favor! ¡Mátame a mi! ¡Mátame a mi!

Nadando golpeó su rostro y lo jaloneo para dejarlo aún lado, Conway intentaba zafarse, hacer algo y la mirada de su comisario lo decía todo, estaba dispuesto a morir. Todos volvieron a apuntar, pero Xiaomi levantó la mano.

—No dispalen. Pogo, este es tuyo.

Gustabo movió los hombros y se preparó para su entrada, todos miraron hacia su dirección y se abrieron paso para dejarlo pasar, Gustabo se detuvo frente a todos y observó el rostro asustado de Conway, nunca lo había visto así y nunca creyó disfrutar verlo de ese modo, todo se volvió silencioso de momento y pensó unos segundos, guardo la AK y saco de la funda de su cintura una perforadora, llevo su mano libre al pasamontañas para retirarlo, todos se quedaron sorprendidos, pero Conway, era quien no podía creerlo, sus ojos se sentían húmedos y sentía un profundo dolor en el pecho.

—No es posible, Gustabo. . .

—Hola Ivannov.

No tenía más que decir, soltó un suspiro y cargo su arma, apunto en dirección a la cabeza del comisario y la voz de Conway le hizo mirarlo.

—¡Gustabo no! Perdoname por todo lo que te he hecho, pero no tienes que hacer esto, tu no eres así, no dejes que estos hijos de puta te manipulen, ¿Recuerdas lo que te dije? Si tengo que morir tienes que ser tú quien me mate, lo prometiste, ¡Gustabo!

—Y tu prometiste que llegarías y nunca llegaste.

Conway no puedo resistirlo más, había perdido al amor de su vida en todos los sentidos y toda esa frustración fue representada con lágrimas. —Hay una explicación para eso, Gustabo tienes que creer en mí por una última vez, Gustabo por favor, este no eres tú. . . ¿Gustabo me escuchas? ¿Gustabo?

—. . . Te equivocaste de nombre.

El ruido de las balas volvió a ser participe, Conway se rindió y cayó arrodillado mientras veía a uno de sus mejores amigos caer, su cabeza se volvió un mundo en blanco y solo sentía el miedo junto con la tristeza apuñalar su pecho, no podía evitarlo, pero lloro en silencio mientras agachaba la cabeza, quizá como respeto o simplemente porque ya no podía ver más a su antiguo amor corrompido de esa manera por su culpa. Gustabo bajo el arma y lo miro por última vez, ya no había nada más que decir, estaba hecho y se había ido la tolerancia que tenía con Conway; miro a todos quiénes festejaron y se dio la vuelta para mirar a Xiaomi quien con un asentimiento le indico que su prueba había sido superada.

Trago saliva en cuanto Xiaomi volvió a mirar a Conway y levantó una mano para que todos fueran a por el, pero no hubo disparos, usaron el puño limpio para molerlo a golpes, escucho su carne siendo mallugada, los quejidos que salían de su boca cuando era pisoteado o golpeado, sonrió y luego lloro con tanto dolor al escucharlo, soltó una carcajada y levantó los brazos a los lados, había acabado el espectáculo.



























Remin

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