"Por supuesto", llegó la suave voz de Susie a los oídos de Lumian.
Casi al mismo tiempo, Lumian sintió que un peso tiraba de su conciencia, arrastrándolo rápidamente hacia las profundidades.
En cuestión de segundos, le pesaron los párpados y no pudo resistir el impulso de cerrarlos. Sus pensamientos se volvieron confusos e indistintos.
En su estado de aturdimiento, Lumian pareció transformarse en una figura espectral, flotando por la familiar aldea de Cordu bajo el manto de la noche.
Al cabo de un tiempo desconocido, divisó la catedral en forma de cebolla, aunque su percepción seguía siendo borrosa. Un concentrado haz de luz emergía cerca de su entrada principal, mientras que el resto de la oscuridad se cernía como una sombra ominosa.
Lumian deambuló sin rumbo hacia el cementerio adyacente.
En la oscuridad, las lápidas se erguían en silenciosa formación y los árboles asumían una presencia espeluznante.
Un grupo de hombres arrastraba un cuerpo sin vida hacia una fosa profunda, preparándose para arrojarlo al fondo.
Bajo el débil resplandor de la luna carmesí, uno de los hombres levantó la cabeza y observó su entorno.
Su rostro, de pelo negro y penetrantes ojos azules, mostraba profundos pliegues, como envuelto en sombras.
¡Pons Bénet!
Lumian salió de su ensueño.
La distancia entre ellos disminuyó al instante. Lumian bajó la mirada y contempló el cadáver.
El rostro del cuerpo sin vida parecía hinchado por el agua, sin color. El pelo castaño se le pegaba húmedamente a la cabeza, mientras que los ojos marrones permanecían muy abiertos, reflejando agonía, indignación y resentimiento.
¡Reimund!
Una oleada de odio intenso llenó el corazón de Lumian mientras lanzaba acusaciones contra Pons Bénet y sus compañeros, dando rienda suelta a sus emociones.
Sintió como si hubiera desatado un torrente de maldiciones, como si se hubiera abalanzado sobre Pons Bénet, el villano. Sentía como si estuviera cavando una fosa profunda con sus propias manos.
La suciedad le atravesó las uñas, descubriendo otro cadáver en el fondo de la fosa.
Los ojos de la chica, de un tono azul lago, se abrieron con fiereza. Su rostro tenía un tono púrpura azulado, la boca abierta y el cuello presentaba signos evidentes de estrangulamiento. Tenía una expresión de dolor atroz.
¡Ava!
Lumian se levantó de su asiento, impulsado por intensas emociones, y sus ojos se abrieron de golpe.
Huff. Puff. Lumian se quedó mirando el sofá vacío frente a él en la cabina, jadeando.
La ira y el odio intensos de su sueño persistían, haciéndolo temblar incontrolablemente.
Al cabo de unos instantes, la suave voz de Susie rompió el silencio. "¿Qué ha visto?", preguntó.
El rostro de Lumian se torció ligeramente al responder, con una voz llena de dolor.
"Los vi. Vi los cuerpos de Reimund y Ava. Uno de ellos se ahogó, y el otro parecía haber muerto estrangulado... Pons Bénet y su grupo estaban enterrando sus cuerpos en el cementerio junto a la catedral... Les grité, quise hacer algo... y entonces me desperté".
Susie escuchó atentamente y habló con calma.
"Esta vez, no le permití tener un sueño lúcido. En su lugar, le dejé experimentar ciertas escenas subconscientes en forma de sueño.
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LOTM 2: Círculo de Inevitabilidad Parte 2
AçãoLord of the Mysteries 2: Circle of Inevitability (Parte 2). En el año 1368, a fines de julio, un carmesí profundo descenderá de los cielos. Traducción en español