Capítulo 07

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—Ten paciencia que las
Cosas buenas llegan a su
Debido tiempo...🪷

~~Narra Hyunjin~~~~~~♥︎~~~~~~~~◇

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~~Narra Hyunjin~~
~~~~♥︎~~~~~~~~◇

Las manos de Felix acariciaron mi rostro, pronto sus pulgares se detuvieron en mis labios al igual que sus ojos, su mirada era penetrante y sus ojos estaban más llenos de lujuria que antes, podría jurar que me veía como un león a punto de cazar y devorar a su presa.

Solo bastaron unos cuantos segundos para tener sus labios sobre los míos nuevamente  besándome con necesidad, era como si hubierse estado en abstinencia durante años. Sus manos viajaron hasta mi nuca y sus dedos se enredaron en mi cabello, su cuerpo estaba lo más pegado posible al mío y podía sentir su erección rozar en mis pantalos

Lentamente caminamos hasta la cama sin despegar nuestros labios, caí sentado sobre la cama y luego él se acomodó sobre mi regazo quedando sus piernas una a cada lado de las mías, sus caderas se movían haciendo fricción con mi pene atravez de la delgada tela de mi pantalón.

---Ya que he mandado a tu padre al infierno... respiro profundo y  su mano bajo hasta mi entrepierna y  apretó asiendome soltar un fuerte gemido ---No hay nadie que me interrumpa y me impida hacerte mí-...

Hablo demasiado temprano por que unos golpes a la puerta nos volvieron a interrumpir.

---Maldita sea--- Gruñó levantándose de mi regazo y me reí al ver la frustración en su rostro.

---¡Hyunjin!--- oh era mi hermana la santita.

---¿Que le has hecho a mi padre?-- La voz alzada de mi hermana me hizo estremecer.

---Si sigues tocando la maldita puerta juro te mandare al infierno como lo hice con tu padre.---  La voz de Felix se escucho tan profunda y agresiva que hasta yo sentí miedo.

---¿La mandaras al infierno?--- Le pregunté al diablo que estaba más que furioso, por un momento llegué a pensar que me respondería de la misma manera que le hablo a mi hermana pero me sorprendió cuando su rostro volvió al tierno Felix.
Se acercó a mí y beso mi frente.

---Si es lo que deseas con gusto lo haré cariño-- Me susurro y luego con una sonrisa se alejo de mí, pero antes de que tocara el pomo de la puerta hable ---Creo que tus demonios ya tienen suficiente soportando a mi padre, con un mini infarto bastará para que pase la noche en un hospital---

---Me agrada tu maldad, cariño--- Dijo guiñandome un ojo lo cual me hizo sonrojar, era el mejor cumplido que alguien me había dicho.

Mierda estoy perdidamente enamorado del diablo.

No se que tanto hizo con mi hermana pero regreso media hora después y sí, le tomé el tiempo no me juzguen a veces se me sale lo maldito controlador que soy

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No se que tanto hizo con mi hermana pero regreso media hora después y sí, le tomé el tiempo no me juzguen a veces se me sale lo maldito controlador que soy.

Me senté en la cama palmeé mis piernas en señal que quería que se sentara en ellas, él sonrió y la velocidad de flash ya lo tenía sentado en mis piernas con sus brazos enredados en mi cuello.

---Estas frío--- Me dijo haciendo un puchero.

---¿Queres calentarme?--- Le Susurré tomando su mano y metiendola bajo mi camisa, el soltó un suspiro, sus labios se apoderaron de los míos nuevamente y está vez si ya no había nadie que nos interrumpirá y por casualidad a alguien se le ocurre venir en este momento le pediría a Felix que mandara a todo Jinlix al Infierno.

---Tus palabras en doble sentido me encantan-- sus caderas se movían haciendo fricción en mi pene atravez de mis pantalones.

---Tengo demasiada ropa ¿Te importaría quitarla?--- Le Susurré al oído y una mirada travisa se hizo ver en sus azules ojos lo cuales en segundos pasaron a ser rojos.

Se bajo de mi regazo y se puso de cuclillas, sus manos acariciaron mis piernas hasta llegar al borde de mi pantalón, lo bajo junto a mi ropa interior y lo coloco en la pequeña mesita de noche que estana junto a mi cama,  luego sus labios hicieron contacto con la piel desnudarte de mis piernas, se levantó y levantó mi camisa la pasó por mi cabeza y la quito con facilidad.

---¿Sabes por qué está ciudad se llama Jinlix?-- preguntó

---No-- Respondí casi jadeando cundo sentí que se sentó sobre mi regazo y esta vez no había ropa de promedio ya que se había quitado la delgada bata que tenía puesta.

---El día que mi padre te creó yo destruí este pueblo y luego lo convertí en mi cuidad, antes  le decían la vieja Seúl pero era un nombre muy feo para ser el lugar donde tendríamos nuestro nido de amor.

---¿Entonces le pusiste la combinación de nuestros nombres y lo llenaste de sacerdotes?---

---Sí y lo de los sacerdotes fue por que tu padre lo es y de alguna manera tenía que traerte a este lugar sin secuestrarte u obligarte.

---Solo lo hubieras dicho mi Sati, yo con gusto hubiera escapado contigo.

---Lo sé pero todo tiene su tiempo, mi príncipe---

Jinlix: Cuando El Diablo Se EnamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora