caballito 𔓘 matienzo (m. soulé x e. barrenechea)

único.

matías se despierta agitado; su corazón late fuertemente en su pecho como si hubiese corrido un maratón sin parar a descansar un segundo. el sudor le cae por la nuca y siente una molestia en su entrepierna.

a su lado yace enzo durmiendo plácidamente, totalmente ajeno al estado de su novio.

soulé traga saliva y los flashbacks de su sueño aparecen, haciéndolo apretar sus piernas. recuerda lo reales que se sentían las manos del mayor apretandolo por la cintura y puede jurar que siente los besos en el cuello si se esfuerza lo suficiente.

su ropa interior está hecha un desastre, incomodamente pegada a su intimidad; piensa en opciones para aliviar su deseo. puede levantarse e ir al baño a encargarse de su problema o puede despertar a su novio y esperar que lo ayude.

tiene un debate en su cabeza; sus dedos nunca podrían sentirse lo suficientemente bien como la pija de su novio, pero no se siente bien despertandolo al más alto sabiendo lo poco que ha dormido en los últimos días debido a su trabajo.

sus ojos se dirigen a la figura durmiente de barrenechea: sus brazos están debajo de su cabeza, usándose a si mismo de soporte y la musculosa blanca que utiliza para dormir está levemente subida por arriba de su ombligo, dejando ver el elástico de su ropa interior.

inevitablemente, los orbes y la atención del marplatense se clavan en las piernas de enzo. sus muslos gruesos y trabajados lo hacen babear y calentarse aún más (si es eso posible).

soulé actúa por impulso, escala hasta el cuerpo de su novio y posiciona sus piernas a los costados de una pierna de barrenechea. con cuidado baja su cuerpo hasta que su vagina hace contacto con el muslo de su novio, y sin pensarlo dos veces, comienza a frotarse contra él.

mueve su cadera en círculos y cuando eso no es suficiente para él cambia el patrón yendo de adelante hacia atrás.
está tan mojado que termina enchastrandole la pierna a barrenechea pocos segundos después.

se siente tan mal y tan bien hacerlo, no puede evitar sentir que se está aprovechando de la vulnerabilidad de su novio dormido pero antes de que pueda arrepentirse siente las manos de enzo tomarlo del culo y apretarlo.

—¿qué haces, amor? —indaga con la voz rasposa por el sueño. enzo parpadea con lentitud e intenta enfocar el rostro de matías, cuáles facciones apenas puede distinguir debido a la escasa luz que entra de afuera.

—tuve... un sueño. —murmura, siguiendo con su trabajo. se siente avergonzado pero no puede parar su cuerpo de frotarse contra el grueso muslo de su novio, el cuál es mucho mejor que cualquier almohada que haya montado antes.

—¿y te despertaste mojadita? —le pregunta, con dulzura. soulé larga un sonido afirmativo y deja el vaivén para volver a los círculos. —pobre bebé.

el mayor termina intercambiando las posiciones, deja a matías debajo suyo y le besa el cuello, tal y como el marplatense soñó minutos atrás. enzo mordisquea el cuello de soulé y lo marca a su antojo, dejando chupones en cada pedazo de piel que encuentra a su alcance.

el menor se siente abrumado por los besos y espera rápidamente que enzo haga algo para retomar la estimulación en su vagina así puede acabar de una vez.

barrenechea toma la tanga de matías y la tironea hacia arriba, logrando que la delicada tela de algodón se meta entre los labios vaginales de matías y le rocen el clítoris, torturandolo.

—en, hacé algo... por favor. —le pide con desesperación. —¿vas a hacer algo?

su novio le regala una sonrisa y se mete entre sus piernas, abriendolas para depositar besos entre ellas. pasa su lengua por encima de la ropa interior de matías y jura que puede sentir su sabor a pesar de tener la tela en medio.

le baja la bombacha y humedece sus labios, hipnotizado por el agujero de matías que no para de apretarse en la nada, buscando un alivio.

—te la voy a chupar toda, eso voy a hacer.

la lengua de enzo se pierde en el interior de matías y el marplatense lo toma del cabello y lloriquea; llora porque la lengua de barrenechea lo penetra como necesita, porque los largos dedos de su novio lo frotan de la manera que necesita. llora porque aún cuando ya ha acabado, enzo sigue comiendoselo mientras ignora su propia erección y las lágrimas de sobreestimulación de matías.