Cuando el amor es amor no se mira el color o el sabor...
El amor es amor, eso es lo que es.
A veces vemos cosas que son y cosas que no son.
Pero el amor es esa persona que ve tus cicatrices y aún así se queda a besarlas....
Leer con What makes you beautiful — One Direction.
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Pablo soltó un suspiro a la par que subía las escaleras e iba directo a su habitación, abrió la puerta lentamente para ver de lleno a Pedri mirándose fijamente al espejo de cuerpo completo de su habitación con los ojos cristalizados cosa que hizo que su corazón se encogiera al verlo así le rompía el corazón en miles de pedazos que no sabía como ayudar a Pedri con lo que sea que tenga y más le preocupaba que eso pudiera afectar lo que tenían. Lentamente cerro la puerta tras suyo captando la atención del mayor que rápidamente se limpio las lágrimas que corrieron por sus mejillas de forma disimulada y aparto la mirada del espejo.
— Pa-pablo —carraspeo tratando que su voz no saliera en un hilo.
—¿Estás bien pepi?
— Si...si —se movió hacia el gran ventanal de la habitación del menor, paseando la vista por las calles de los alrededores de la casa.
Pablo suspiro sentándose al borde de la cama mirando la espalda tonificada del mayor.
— No me gustan las mentiras —soltó tras un rato de silencio.
Silencio.
— Creo que te he dicho una vez que soy joven pero no idiota, Pepi —continuo insistiendo — Se que te pasa algo, lo note desde antes en Los Ángeles —se mordió el labio inferior — No quieres comer y no es porque no tengas hambre que ese cuento ya no me lo tragó.
Pablo no sonaba enfadado, más bien su tono de voz era sereno incluso tranquilo lo que menos quería era hacer sentir mal al mayor por ser tan impulsivo como siempre lo es, pero el silencio que mantiene Pedri lo está matando pero sabe que el mayor esta teniendo una especie de lucha mental si decirle la verdad o no.
Suspiro pesadamente cerrando los ojos con fuerza — Tengo anorexia y dismorfia.
Las palabras dichas por el azabache resonaron en su cabeza una y otra vez. ¿Cómo no se dio cuenta antes? Era un idiota tan metido en sus problemas que siquiera se paro a pensar si algo más le pasaba a su Pepi.
—¿Des-desde cuando? —cuestionó con cuidado.
— Desde Las Palmas —se mordió el labio inferior — Antes de venir a Barcelona...me hospitalizaron una vez porque perdí la conciencia y me había ahogado con mi propio vómito. Desde ese entonces solo tuve dos grandes atracones de comida seguidos de los vómitos hasta quedar deshidratado —suspiro negándose a girar para mirar al menor — Uno fue en el 2020 cuando me sentía asqueroso por mi cuerpo y el segundo fue en el viaje que hicimos a Los Ángeles. El Mister se enteró supongo que Ferran se lo dijo y es por eso que en los partidos anteriores no pude jugar, no estaba en mi peso ideal y si hacía mucho esfuerzo físico me podría sentar mal...—hizo una pausa para respirar hondo — Ya me estoy tratando con una psiquiatra...pero aún odio mi cuerpo.
